Revista Opinión

¿Tiene China lo que hay que tener para ser la próxima superpotencia hegemónica? (1)

Publicado el 17 febrero 2012 por Tiburciosamsa

Estos días cuando un periodista quiere escribir sobre geopolítica y no sabe qué decir, escribe un artículo diciendo que China está a punto de tomar el relevo de EEUU como superpotencia hegemónica y sabe que encontrará quién se lo publique. Artículos de este jaez se han vuelto tan comunes, que en el sondeo Pew Global Attitudes del año pasado más del 50% de los encuestados en Francia, Alemania, Reino Unido y España afirmaron que China o ya había adelantado a EEUU o estaba en vías de hacerlo. Incluso en EEUU mismo, el 46% de los encuestados opinaban lo mismo. Lo que me preocupa es si estos periodistas geopolíticos de salón no serán los mismos que en los ochenta del siglo pasado proclamaban que Japón se convertiría pronto en la economía hegemónica mundial.

Para empezar a responder a esta pregunta, lo primero sería definir lo que entendemos por “superpotencia hegemónica”. La norteamericana Alice Lyman Miller ofrece una definición que me parece buena: “Un país que tiene la capacidad de proyectar su poder e influencia en cualquier parte del mundo y, a veces, en más de una región del planeta al mismo tiempo.” Los elementos que definen a una superpotencia, según Kim Richard Nossal serían:

1) Que ocupe una superficie de terreno de tamaño continental. Este requisito así expresado me parece incompleto. Canadá es el segundo país más extenso del mundo y no parece que esté en camino de convertirse en una superpotencia. EEUU tiene 9.800.000 km2 y China casi 9.600.000, pero yo me quedo con los de EEUU.

Si introducimos parámetros cualitativos, vemos que los 9.800.000km2 de EEUU valen mucho más que los chinos. En porcentaje de tierras cultivables, ambos países andan parejos: 18% para EEUU, frente a 16% para China. Donde China le da sopas con honda a EEUU es en desiertos: el 27% de la superficie china es desértica y aumentando; el 37% del territorio está afectado por la erosión. En EEUU los desiertos ocupan el 14% del territorio; eso sí, las perspectivas tampoco son optimistas: he visto mucho baile de cifras, pero no había nadie que estimase el porcentaje de superficie en riesgo de desertificación en menos del 30%. Otra desventaja geográfica de China es que un 33% de su territorio es montañoso. Y otra desventaja más: la ubicación. EEUU tiene 12.034 de fronteras terrestres, de las cuales más de 8.000 son con un vecino tan poco complicado como es Canadá. En cambio, China tiene 22.117 kilómetros de frontera, parte de ella con países tan complicados como Afghanistán (76 kilómetros), Tadjikistán (414), Pakistán (523) Corea del Norte (1.416) y la India (3.380).

2) Una población de cierto tamaño, a poner en relación con la de otras potencias. Éste es un criterio de longa data. Una población numerosa era garantía de que el Estado podría poner en pie de guerra un ejército numeroso si hacía falta. Hoy en los ejércitos prima más la tecnología que el número, pero éste sigue siendo un factor a tener en cuenta. En la Guerra de Corea EEUU superaba ampliamente a China en potencia de fuego, pero se las vió y se las deseó para contener las oleadas de soldados chinos que atacaban sus posiciones. Una población numerosa supone también un mercado interior grande y es una fuente de mano de obra.

No obstante, al igual de lo que ocurría con la tierra, las cifras por sí solas no dicen nada. La renta per cápita y su reparto más o menos desigual, la cualificación de la mano de obra, la homogeneidad o heterogeneidad de la población son factores muy importantes. Si la población es pobre y analfabeta, que sea muy numerosa es más un problema que una ayuda.

Es difícil comparar poblaciones. Pero de datos que he encontrado, se pueden deducir algunas cosas. En cuanto a niveles de alfabetización ambos países están próximos al 100%. Lo malo es que ese índice por sí sólo no dice tanto. Un pastor de cabras que sepa leer y escribir cuenta lo mismo que un ingeniero atómico que haya estudiado en Harvard. Hay indicios indirectos que nos dirían que EEUU tendría una población mejor formada, sobre todo en los estratos más altos: no hay más que comparar el número de universidades norteamericanas que aparecen en los rankings internacionales entre las mejores y el número de universidades chinas (en la clasificación del CSIC entre las primeras 100 universidades del mundo hay 70 norteamericanas y 0 chinas).

La población china es más numerosa, pero también más pobre. La renta per cápita en China es de 7.600 dólares, frente al 47.200 de EEUU. El coeficiente Gini de ambos países está en torno al 0’45 y subiendo. La proporción de personas viviendo en la pobreza (menos de dos dólares al día) es del 36% en China y del 15% en EEUU.

Un problema adicional de la población china es el del envejecimiento. Ante el riesgo de una superpoblación catastrófica, China optó por una política que le conduce al envejecimiento. No es que tuviera muchas más opciones. Lo único positivo que se me ocurre es que para el 2050, cuando se calcula que la mitad de la población tendrá 50 o más años, otras muchas sociedades (la nuestra, por ejemplo) ya habrán tenido que afrontar ese problema, con lo que China sabrá a qué atenerse.

En resumen, según este criterio de Nossal, China cualificaría como superpotencia, pero no olvidemos que es un arma de dos filos.


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