Tierra de mujeres
Una mirada íntima y familiar al mundo rural María SánchezCada vez disfruto más de este tipo de lecturas, cercanas, en susurros, poéticas y a la vez reivindicativas. Cuestiones que piden reflexión, cambios, escucha. Una verdadera delicia.
Fragmentos seleccionados:
¿Será que los objetos heredados pueden ser los contornos de las confidencias incompletas? María Gabriela Llanson
No hay retratos que se piensen, que se hagan con calma, con mimo. No existen esas dedicatorias en el revés, no hay lugar para el paso del tiempo, para el color amarillo en las manos y el rostro, en las esquinas, en el paisaje.
Pero ¿quiénes son los que cuentan las historias de las mujeres? ¿Quién se preocupa de rescatar a nuestras abuelas y madres de ese mundo al que las confinaron, de esa habitación callada, en miniatura, reduciéndolas sólo a compañeras, esposas ejemplares y buenas madres? ¿Por qué hemos normalizado que ellas fueran apartadas de nuestra narrativa y no formaran parte de la historia? ¿Quién se ha apoderado de sus espacios y su voz? ¿Quien escribe realmente sobre ellas? ¿Por qué no son ellas las que escriben sobre nuestro medio rural?
¿Por qué ellas no ocupaban un espacio importante entre mis referentes? ¿Por qué no fueron nunca el ejemplo a seguir? ¿Por qué de niña no quería ser como ellas?
Dejamos que fueran ellos los que contaran, los que siguieran marcando el camino para los demás. A ellas, a nuestras abuelas, nuestras madres, nuestras tías, las veíamos como algo extraño y familiar a la vez, algo cercano pero que pertenece a otra galaxia, con otro horario y otra atmósfera. Ellas nos hablaban y contaban, pero no las entendíamos, porque, sencillamente, no las escuchábamos.
Cuando una se para y mira alrededor es cuando realmente aprende a mirar de forma diferente. A reconocer lo que está y lo que no se ve, pero que también existe. Y tiene otras formas y otros tiempos para sucederse.
En un mundo en el que cada día manda más lo individual y la inmediatez, volver la vista a nuestro márgenes es un ejercicio necesario y fundamental.
Es difícil cambiar la forma de mirar cuando algo que se cree conocido está muy enraizado y demasiado interiorizado, metido muy adentro y enquistado.
¿Y si necesitamos un nuevo lenguaje para tender puentes entre el campo y la ciudad?
Porque sucede, a través de la palabra, que siento que mi amor y mi vínculo con el medio rural llega más lejos. Cuando dejo atrás lo aprendido en los libros. Sucede y se hace real, cuando dejo que hable mi experiencia. Cuando dejo que mi escritura y mi día a día nazca de lo que he vivido. De lo que forma parte de mí.Es un error en el que caemos continuamente los hijos, creernos los protagonistas, las voces cantantes, los únicos con derecho a que todo gire a nuestro alrededor.
Sinopsis. Feminismo y la España olvidada: un ensayo en primera persona sobre la realidad de las mujeres en el campo y en el mundo rural.
Hija y nieta de veterinarios, la última de varias generaciones vinculadas desde hace años a la tierra y a los animales, María Sánchez (Córdoba, 1989) es la primera mujer en su familia en dedicarse a un oficio desempeñado tradicionalmente por hombres. Su día a día como veterinaria de campo pasa por recorrer España en una furgoneta y esquivar las miradas en un entorno predominantemente masculino como es el mundo rural. En este personalísimo ensayo, la escritora se propone servir de altavoz y dar espacio a todas las mujeres silenciadas en los campos españoles, a todas aquellas que tuvieron que renunciar a una educación y a una independencia para trabajar la tierra con las manos y cuidar de sus familias. A partir de historias familiares, de reflexiones sobre ciencia y literatura fruto de sus lecturas y de algunos de los conflictos que asolan al medio rural en España (la despoblación y el olvido de los pueblos, la explotación de los recursos naturales, el incumplimiento de políticas ambientales o las condiciones laborales en el campo),Tierra de mujeres viene a llenar un hueco en el debate sobre feminismo y literatura rural. Busca, además, ofrecer una visión de la vida en campo realista, alejada de las postales bucólicas dadas desde las grandes ciudades, y subrayar el peligro de perder para siempre un conocimiento hasta ahora transmitido de generación en generación.Seix Barral, Barcelona 2019. Número de páginas: 192. Tiempo de lectura: 4h 31m. Empezar a leer
María Sánchez es veterinaria de campo. Colabora habitualmente en medios digitales y de papel sobre literatura, feminismo, ganadería extensiva y cultura y medio rural. Coordina el proyecto Las entrañas del texto, desde el que invita a reflexionar sobre el proceso de creación, y Almáciga, un pequeño vivero de palabras del medio rural de las diferentes lenguas de nuestro territorio. Colabora habitualmente en Carne Cruda Radio, con la sección Notas de campo, un diario sonoro desde los márgenes, lleno de historias, personas y animales que habitan y cuidan nuestro medio rural. Sus poemas han sido traducidos al francés, portugués y al inglés. Es autora del libro Cuaderno de campo (La Bella Varsovia, 2017).
No somos nada
Adrenalina. El teléfono del bar donde recibían llamadas de contratación. Un nombre puesto tras largos debates y sin tener idea del significado de la palabra Records. Evaristo con su sentido del humor, sus orígenes gallegos y su madre resistente a acudir a sus conciertos. Caminatas, soledad, colegas y familia, el tronco de un roble. Inicios y aprendizaje. Grupo de pueblo.
Me ha encantado. Me ha hecho pensar en lo mucho que echo de menos el entusiasmo del público en directo.
Sinopsis: La Polla Records, una de las bandas más legendarias del punk, regresa para decir adiós. Con motivo de la gira definitiva del grupo, su vocalista, Evaristo Páramos, revive 40 años de historia desde su pueblo en Euskadi. Esta es la rocambolesca historia de unos aldeanos que revolucionaron la música enrabietada con unas canciones convertidas en himnos por sus miles de seguidores.
España 2021, 100 min. Dirección Javier Corcuera. Guion Javier Corcuera, Manuel Viqueira. Reparto Evaristo Páramos, Abel, Pilar (madre de Evaristo). Música La Polla Records. Fotografía Mariano Agudo.