La cosa hoy va de diseño. Ópera prima del habitual director de casting de Michael Haneke, "Michael" concursaba en la sección ofcial del pasado Festival de Cannes con un escabroso tema en mano. Una arriesgado retrato de un pederasta que aún y presentando las inconfundibles señas de identidad del nuevo cine austríaco (denuncia, tetricidad, frontalidad, sordidez) no fue capaz de ganarse a la crítica internacional. ¿Alumno aventajado o desaventajado? A juzgar por la mayoría de la prensa desplazada, "Michael" llegaba sin Haneke. Pero hoy no es el tema que toca. Si lo es, el póster que presentará a su paso por el inminente Festival de Toronto. Un diseño en forma de puzzle...¿cinematográficamente inacabado?.
¿De qué va?
Describe los cinco últimos meses de conviviencia forzada entre Wolfgang de 10 años y Michael de 35.
¿Quién está detrás?
Markus Schleinzer. Actor y habitual director de casting de Michael Haneke y Ulrich Seidl que se echa a la aventura de la realización con su ópera prima "Michael."
¿Quién sale?
Rostros desconocidos del cine austriaco. Son Michael Fuith ("Rambock") y 'el niño' David Rauchenberger.
Algo así como
"El leñador" + "El canibal de Rothenburg"
La prensa dijo
Decepción generalizada a la hora de valorar una película que según la crítica especializada no es capaz de florecer las virtudes del nuevo cine austríaco abanderado por sus maestros Michael Haneke, Ulrich Seidl o las alumnas aventajadas Jessica Hausner ("Lourdes") y Ruth Mader ("Struggle"):
Nando Salvá se mostraba tajante en El Periódico afirmando que "retrato distante pero bastante tramposo. Es director de casting de Michael Haneke pero eso no le convierte en un alumno aventajado," al igual que E. Rodríguez Marchante, quién se suma a la feroz crítica en el ABC añadiendo que "Michael en un cúmulo de repeticiones, de agua narrativa estancada, en una película cuya utilidad es discutible y cuyo punto de vista siempre al lado del torturador es insatisfactorio."
Sergi Sánchez por su parte, confirmaba en La Razón que "no tarda mucho en presentar a su protagonista desde una óptica patética, con una improbable tendencia a los accidentes, y hace trampas al jugar con elementos que deberían crear tensión pero que se resuelven con brusquedad, sin sentido del suspense."
Y como no podía ser de otra forma todo quedaba a puntito de caramelo para Carlos Boyero, quién se descolgaba en El País señalando que "lo que puede resultar genuino y estremecedor en el maestro Haneke, solo queda como una fría e irritante copia en manos del discípulo."
Aunque en estos casos, ya se sabe, para gustos, los colores:
Domenico Laporta escribía en Cineuropa que "los espectadores son mantenidos a distancia de sus intenciones, hábil y lentamente descubiertas hasta la asombrosa conclusión."
Con el comulgaba Eric Khon de Indiewire, quien se sumaba a los elogios destacando "el triunfo que Michel proporciona al uneasy cinema" al igual que Allan Hunter de Screen quien destacaba las "portentosas interpretacipones de sus actores que permiten revertir el tópico en audacia."