La tiña en los gatos es una infección por hongos de las capas superficiales de la piel, el pelo y las uñas. Es una enfermedad contagiosa. Los hongos responsables de la tiña pertenecen a un grupo especializado, conocido como dermatofitos, y éstos pueden causar enfermedades en los humanos y en los animales.
Algunas especies de dermatofitos sólo infectan a los humanos, o a ciertos animales,pero también puede ocurrir que otras especies se transmitan de los animales a los humanos.
En los gatos, los dermatofitos microsporum canis son responsables de todas las infecciones de tiña, y esta especie, además de ser infecciosa para algunos animales, también puede infectar fácilmente al ser humano.
Síntomas.
La infección de tiña es una de las causas de pérdida de pelo en el gato, debido al aumento de la fragilidad de la zona infectada, lo que hace que suceda la alopecia en el animal. Normalmente, la infección se reparte irregularmente por todo el cuerpo. Además de la pérdida de pelo, le acompaña también la formación de costras, hinchazón y enrojecimiento de la piel.
Diagnóstico.
La tiña es común en los gatos jóvenes y con el pelo largo. Al tener el sistema inmune aún inmaduro, puede que ésto les haga más susceptibles a la infección.
Es imposible diagnosticar la enfermedad con una simple inspección al animal, ya que podríamos confundirlo con cualquier otra infección o enfermedad, y si además no sufre ninguna lesión, se complica el diagnóstico.
Pasos aconsejables para el diagnóstico:
- Lámpara ultravioleta de Wood. Nos meteremos en una habitación a oscuras y dirigiremos el foco de luz hacia el pelo del animal. Los pelos infectados se mostrarán fluorescentes, de un característico color verde manzana. Hay algunas variedades de dermatofitos que no se muestran de tal manera, así que el no verlos, no quiere decir que no existan. Los resultados obtenidos con la lámpara ultravioleta no serán definitivos, a no ser que se vean claramente.
- Examen microscópico de los pelos sospechosos. Puede dar un diagnóstico rápido y muy fiable. El inconveniente es que requiere de una cierta experiencia.
- Cultivo fúngico. Se recogen los pelos seleccionados con la posible infección y se colocan en unos medios especiales de cultivo para incubarse en el laboratorio. Es más posible averiguar si es o no es la infección que buscamos, si seleccionamos los pelos cercanos a la lesión o que ya hayan mostrado fluorescencia con la lámpara de Wood.
Si diagnosticamos a nuestro gato la infección de tiña, y además en casa tenemos más mascotas, deberemos examinarlas a todas, aunque no presenten ningún síntoma. En la mayoría de los casos, los gatos que están afectados requieren de un tratamiento específico que tiene que imponer un veterinario.
No tienes que olvidar que si en el examen microscópico no existen dermatofitos, no quiere decir que puedas descartar la dermatofitosis.
Tratamiento.
El tratamiento de la enfermedad siempre está indicado para reducir al mínimo el riesgo de diseminación de la infección a los humanos (especialmente a los niños) y a otros gatos y perros.
- Terapia tópica: es bastante importante a la hora de reducir la contaminación ambiental. Con ella se tratan las lesiones provocadas por la tiña, y se comienza con crema antifúngica, que se debe aplicar sobre todo el cuerpo del animal. También podemos aplicar champús específicos. Se recomienda cortar el pelo, sobre todo en gatos de pelo largo. Al cortar el pelo, lo haremos con bastante cuidado, o incluso bajo sedación, para así tratar por todos los medios evitar que el animal pueda pasar un mal rato, o incluso que podamos extender la infección a más partes de su cuerpo. Los pelos cortados, debemos quemarlos y desinfectar a conciencia las maquina con la que le cortemos el pelo al animal. De usar un champú especial para el tratamiento de la tiña, lo haríamos siempre con mucha precaución alrededor de la zona de los ojos y, si por casualidad le pudiese entrar algo en ellos, los lavaríamos con abundante agua.
- Terapia sistemática: consiste en la administración de medicamentos antifúngicos por vía oral. Hay un jarabe asignado para el tratamiento del gato, llamado Itrafungol, que contiene itraconazol. Se administrará a lo largo de tres semanas: una semana de terapia, una semana de descanso, y de nuevo otra semana del tratamiento. El jarabe se puede usar en gatitos pequeños, y si tuviésemos que usarlo en gatas embarazadas, nos informaremos de los posibles efectos secundarios. Si tienes en casa más de un gato, deberás aplicar el tratamiento a todos por igual.
Limpieza ambiental.
Los pelos infectados con tiña contienen numerosas esporas de hongos microscópicos, que pueden ser esparcidos en el medio ambiente. El tratamiento tópico de la piel afectada y el recorte de los pelos infectados del animal te ayudarán a reducir la contaminación del hogar. También deberás considerar restringir al animal el paso a ciertas habitaciones que sean más complicadas de limpiar. Tienes que aspirar minuciosamente todas las habitaciones del hogar donde el animal tenga acceso, además de limpiar a fondo con lejía diluída, con tanta frecuencia como sea posible; si puede ser a diario, mejor.
Duración de la infección.
La gran mayoría de los gatos, si se tratan apropiadamente, se recuperarán de la infección por tiña en pocas semanas, aunque si tienen lesiones, empezarás a notarle la mejoría a partir de las tres semanas. Si la infección persistiera después de este tiempo deberás volver a llevarle al veterinario, y éste podría recomendar medicinas alternativas contra los hongos.
Riesgo para los seres humanos.
La tiña se puede trasmitir muy fácilmente a los seres humanos (en particular a los niños). Es muy importante tomar las medidas adecuadas para reducir al mínimo las exposición al hongo mientras que el gato está siendo tratado del mismo.
Si alguno de los habitantes de la casa sufre caída del cabello o desarrolla lesiones cutáneas, como hinchazón, enrojecimiento o manchas en la piel, deberéis acudir al médico tan pronto como lo notéis. El tratamiento contra la tiña en seres humanos responde muy bien con cremas o lociones.