Este postre veneciano suele encantar a todos, incluso a los que no les gusta el dulce, no necesita horno, se prepara con antelación, vamos, que lo tiene todo :-)
Originalmente no llevaba nata ni queso: la crema se elaboraba únicamente con yemas, claras y azúcar. Pero ahora pensar en tiramisú es pensar en el mascarpone, tan untuoso...
Ingredientes:
250 gr queso mascarpone
200 gr queso Philadelphia
200 ml nata para montar
3 claras de huevo
1/4 cucharadita de cremor tártaro (no es imprescindible, ayuda a montar las claras)
180 gr azúcar
400 gr bizcochos de soletilla
medio litro de café (utilicé 4 cápsulas de Nespresso Lungo descafeinado)
brandy
cacao en polvo
Mezclamos el mascarpone y el Philadelphia con la batidora y le añadimos 80 gr de azúcar.
Montamos la nata y la incorporamos a la mezcla de quesos y reservamos.Echamos el cremor tártaro a las claras, batimos un poco con un tenedor y las montamos. Cuando empiecen a estar firmes les añadimos poco a poco el resto del azúcar sin dejar de batir hasta que forme picos duros. Incorporamos este merengue a la mezcla reservada con una cuchara metálica, con movimientos suaves y envolventes y reservamos.
Desmigajamos un poco los bizcochos y los mojamos con la mezcla de café con brandy.
Es mejor ir echando el café poco a poco, remover y comprobar porque si queda muy empapado se irá saliendo el café por los bordes del molde.
Colocamos un aro de unos 20 cm sobre un plato (utilicé el aro extensible del Lidl, pero podéis usar la parte extensible del molde que tengáis, sin la base) y disponemos dentro la mitad de los bizcochos mojados. Presionamos para que formen una buena base y cubrimos con la mitad de la crema de queso. Espolvoreamos cacao por encima, echamos el resto de bizcochos (esta vez sin presionar) y el resto de crema. Alisamos la superficie y dejamos en la nevera hasta el día siguiente.
Conviene sacar el postre con un poco de antelación para que no esté tan frío.
Lo espolvoreamos con cacao y lo desmoldamos separando el molde con cuidado.Fui una impaciente, como siempre, y lo quise probar antes de que cogiera cuerpo. Pasó lo que tenía que pasar, que se desmoronaba en el plato, así que lo eché como pude en un vasito... y "pa dentro" :-D