Escena de la película Titanic de James Cameron (1997)
Hoy es el centenario del hundimiento de uno de los buques más grandes de su época. Hablamos del barco que se convirtió en tragedia y posteriormente en historia, hasta llegar al mito que pocos son capaces de alcanzar, y menos de pervivir en la memoria colectiva durante ya 100 años.
Creación
Pese a que la publicidad decía que era el trasatlántico más grande que existía, esto no era cierto, pues su hermano gemelo, el Olympic, era de igual tamaño que el, pero fue fabricado antes. De hecho, al ser el primero, todos los que fueron después (el Titanic y el Britannic) fueron clasificados como Clase Olympic.
El 31 de mayo de 1911 el buque fue botado, tomando por fin contacto con el agua en los astilleros de Harland and Wolf (Belfast, Irlanda del Norte).
El Titanic se gano su reputación gracias a que era más ostentoso que su hermano mayor.
La publicidad decía: “Ni dios podría hundir este barco, por eso tiene un nombre que le haga justicia, Titanic.”
Los nombres que se les pusieron fueron elegidos para demostrar que eran los más grandes y lujosos, por delante de la compañía rival Cunard Line. Inicialmente se llamaron Olympic (por el monte Olimpo, hogar de Zeus y de los dioses griegos), Titanic (por los Titanes, que fueron la generación anterior a Zeus) y el Gigantic (de los Gigantes de la mitología helenica). Posteriormente a este último le cambiaron el nombre por el de Britannic, después de la tragedia de su buque estrella, por superstición, decidieron ser menos oseados, para así evitar desgracias.
Tras varios viajes de prueba y las comprobaciones pertinentes, la compañía White Star Line le asigno una ruta transatlántica que le conduciría hasta el nuevo mundo.
El Titanic en Southampton
El viaje
La fama de esta lujosa embarcación se debe a su potente estación telegráfica que les mantenía bien comunicados, sus exquisitos acabados de primera clase, y que gracias a sus mamparos herméticos era capaz de sufrir una rotura del casco sin hundirse (lo que le granjeo el sobrenombre de insumergible). Esto impulso a muchas personas a tomar parte del viaje inaugural que le llevaría desde Southampton (Inglaterra) hasta Nueva York (Estados Unidos).
El 10 de abril de 1912 zarpaba en su primer viaje. Una gran despedida acompañaba este histórico y trágico viaje. Ese mismo día llego a Cherburgo (Francia) para recoger a más pasajeros. El 11 de abril hizo escala en Queenstown (Irlanda) para recoger el correo, y los últimos pasajeros de tercera. Al partir, nadie lo sabía, pero sería la última vez que el gran barco vería tierra.
Las jornadas pasaban ociosas en este inmenso coloso de madera y metal. Sus amplias cubiertas hacían el disfrute de todas las clases, de las más pobres a las más ricas.
El titanic de costado, mostrando su gran tamaño
El choque
Eran las 23:40 del 14 de abril, el vigía Frederick Fleet dio el aviso de avistamiento de un iceberg. En aquel momento se dirigían a una velocidad de casi 42 Km/h hacía el descomunal gigante de hielo. Con apenas 500 metros de distancia, el oficial Murdoch que estaba al mando en ese momento, ordeno una maniobra evasiva por el costado izquierdo del gran bloque helado.
Pero la maniobra no fue suficiente, el iceberg rasgo al Titanic bajo la línea de flotación, hiriéndole de muerte.
El hundimiento
Hasta las 00:00 horas, debido a su descomunal tamaño, no se pudo confirmar que los peores temores se habían hecho realidad, el barco se hundía irremediablemente.
A las 00:10 se notifico a los telegrafistas que mandaran mensajes de rescate. Estos empezaron a usar el antiguo, pero conocido CQD, y después intercalarían este con un nuevo mensaje de auxilio recientemente puesto en vigor, el SOS.
A la 1:30, la proa del barco ya se encontraba sumergida y pronto alcanzaría la cubierta de botes.
A las 2:20 del lunes 15 de abril de 1912, desaparecía bajo las aguas del océano Atlántico.
De las 2.227 personas que iban a bordo, solamente consiguieron salvarse 710 personas. Las otras 1.517 perecieron bajo el abrazo de las aguas.
Periódico de la época con la noticia en portada
Orgullo familiar
El Olympic se encontraba a 500 Km de distancia cuando recibió el mensaje de su hermano, viéndose impotente para llegar a su rescate.
En ese viaje llegaría a Nueva York para recoger los botes salvavidas que fueron rescatados. Tras el cambio de ley, fue equipado con más de estos botes, siendo alguno de ellos de su desaparecido gemelo.
En muchas exposiciones sobre el Titanic se usan piezas del Olympic que estuvo en funcionamiento hasta 1935. Esto se debe a que muchas partes son idénticas al Titanic.
El Olympic (a la izquierda) y el Titanic
Supervivientes
Actualmente ya no quede ninguno con vida. La última en morir fue Millvina Dean (Elizabeth Gladys Dean), al abandonarnos el domingo 31 de mayo de 2009, 98 años después de la botadura del Titanic. Además fue el pasajero más joven en embarcar, pues contaba con tan solo 10 semanas de vida cuando lo hizo.
Otra pasajera fue una superviviente muy especial. Violeta Jessop estuvo en el accidente del 20 de septiembre de 1911 que el Olympic tuvo con el buque de guerra HMS Hawke, que por suerte no causo ningún herido. Sobrevivió al choque del Titanic el 15 de abril de 1912, y posteriormente al hundimiento del Britannic (mientras servía como hospital militar en la Primera Guerra Mundial) el 12 de noviembre de 1916.
Maqueta de como se encuentra el barco sumergido
La leyenda
El barco insumergible, el gigante que recorría las aguas sin temer la irá de dios, encontró su fin a manos de una montaña blanca de hielo. Esta le hirió traicioneramente al pasar a su lado, cual silencioso asesino que aprovecha la oscuridad y tranquilidad de la noche para asestar su letal golpe.
En apenas 2 horas y 40 minutos, el barco paso de su normal ajetreo intempestivo, hasta los lastimeros gritos del acero al romperse y partirse en dos el casco. Finalmente, el silencio fue testigo de cómo el Atlántico Norte engullía a la gigantesca bestia, cuyas luces ya se habían apagado, esperando su oscuro reposo en el fondo.
Así estuvo, solo y sin luz a 4.000 metros de profundidad, hasta que a la 01:05 de la madrugada del 1 de septiembre de 1985 una expedición franco americana localizo sus restos.
Los científicos creen que en unos años estara tan debíl la estructura que se derrumbará sobre si misma. No saben con exactitud cuanto tardará porque aparte de la oxidación, encontraron en 2010 una bacteria que llamaron Halomonas titanicae, la cual se alimenta del hierro del barco, haciendo difícil estimar el tiempo que tardara en degradarse. Entonces desaparecerá para siempre, como ha estado gran parte de su historia, sin ningún ruido, sin ningún testigo, solo vivo en el pensamiento de los que recordamos su trágica historia.
Daniel Acebes Velasco
Escritor y monologuista cómico por afición. Con mis propias visiones de la vida cotidiana en "Lo que nunca te dije", un blog dedicado a reflexiones interiores.
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