Tocinillos de cielo

Postre tradicional español por excelencia son los tocinos de cielo. Cuentan que fueron inventados en un convento de monjas de Jerez de la Frontera al que obsequiaban las yemas de los huevos que sobraban de clarificar los vinos. En Guadix, Granada, se hicieron famosos los que hacía la señora Frasquita a la que no se le consiguió averiguar su magistral receta.
Es un dulce, muy dulce, por lo que no suele tener los adictos suficientes, pero no cabe duda que a los golosos los satisface de todas, todas. Hoy os traigo la receta que lleva sólo yemas, que también se le añaden huevos enteros para hacerlos menos densos. Las claras que os sobren bien valen para hacer unas tortillas al ajo perejil, unos merengues, o las podéis congelar para otras preparaciones.

Ingredientes:

- Yemas 6.- Azúcar 250 g.- Agua 125 ml.- Caramelo para los moldes Royal.

Elaboración:

 
Ponemos un cazo al fuego con el agua y el azúcar, antes de encender el fuego diluimos todo lo que podamos el azúcar. Una vez encendido el fuego prepararemos un almíbar a punto de hebra pero ya no lo tocamos. La hebra se consigue con diez minutos de cocción a fuego medio. Para hacer la prueba tomad con una cuchara un poco del almíbar y con los dedos índice y pulgar mojarlos y separarlos despacio, debe quedar un hilo entre ambos. Retiramos del fuego y esperamos que temple. 
Mientras, separamos las yemas de las claras y las echamos en un cuenco, las rompemos, sin batirlas, de manera suave.
Acaramelamos los moldes.
 
Mezclamos poco a poco el almíbar con las yemas, de igual manera sin batir.
 
Colamos en un bol yemas y almíbar y distribuimos en los moldes caramelizados.

Preparamos un baño María al fuego en una cacerola grande e introducimos las flaneritas con un par de dedos de agua en el fondo. Las cubrimos con una tapadera pequeña, con el redondel de un molde desmontable (esto he puesto yo) o con un plato, y  lo liamos con una servilleta, lienzo o paño, con la finalidad de que no condense agua sobre ellos y nos los estropee. Tapamos con la tapa de la cacerola grande y dejamos cocer veinte minutos. Comprobamos con una aguja larga su cocción.

Dejamos que enfríen y metemos en el frigorífico. Servimos fríos.