Sin haber visionado film alguno de Mariano Barroso o haber leído críticas al respecto, me enfrento a Todas las mujeres con actitud abierta y optimista. La cinta no decepciona. Al contrario. Sorprende gratamente.
Eduard Fernández es Nacho. Y no digo interpreta porque Fernández se convierte en ese cuarentón en aprietos inmaduro que, incapaz de hallar una solución por sí mismo, tira de las mujeres que han pasado por su vida para que le arreglen el entuerto. Sinvergüenza y manipulador es consciente de los sentimientos que levanta en sus allegadas (su mujer, su amante, su madre y su cuñada) y no duda en utilizarlos para intentar escurrir el bulto. La cara dura con la que usa algunos argumentos arrancan más de una risa, aunque no en clave de humor, si no entre dientes, aquella que se escapa cuando un amigo te cuenta su última gamberrada y no puedes contestarle.
¿El resultado? Magistrales interpretaciones realizadas con ritmo y atmósfera teatral divididas en varios actos antecedidos por frases del diálogo que subrayan los mensajes que se lanzan dos interlocutores, Eduard Fernández, en un lado, y cada una de las mujeres de su vida Michelle Jenner, Nathalie Poza, Petra Martínez, María Morales, Marta Larralde y Lucía Quintana le dan la réplica en el otro.
La película, que además de dirigida está escrita por Mariano Barros (guión firmado junto a Alejandro Hernández), se presentó fuera de la sección en el último Festival de Málaga donde cosechó buenas críticas.