Revista Cultura y Ocio

Todo es real

Publicado el 30 abril 2017 por Aurisecular

TODO ES REAL

Hay algo en Todo es real que me fascinó desde el primer poema, puede que sea el ritmo rápido del verso o puede que su vocabulario coloquial, salpicado, sin embargo, de algún término específico, culto, mitológico que paradójicamente consigue una lectura más fluida de la poesía de Misael Ruiz Albarracín.

Ahora viene la mayor incógnita, ¿dónde estaba este poeta hasta ahora? ¿o dónde estaba yo que no había oído hablar de él? De nuevo una alumna me ha sacado de la oscuridad; mi amiga invisible me ha regalado este XXX Premio Internacional de Poesía Antonio Oliver Belmás . Nunca podré agradecer bastante a los alumnos su alegría, disposición y bondad pero, cuando me abren los ojos a lo desconocido el agradecimiento se transforma en reconocimiento, en algo que, aunque a algunos les parezca imposible, nunca olvidaré.

Gracias, Carlota, por este libro, indudablemente merecedor del premio.

Todo es real es una colección de 51 poemas divididos, en principio, en tres partes:

Los poemas de

TODO ES REAL
Ida y vuelta se recrean más en el individuo, en el ser capaz de penetrar en los demás a través de la naturaleza. El tiempo es circular, todo se repite, sólo hemos de contemplar a nuestro alrededor para darnos cuenta de que no somos dueños de nada

Lo que somos es un compendio de sensaciones y palabras, que permanecen en la memoria mientras vamos siendo. La verdadera opulencia del ser está en la introspección; es lo que de verdad nos pertenece y es sólo nuestro

Como si fuéramos una ola podemos sentir la formación y el declive a partes iguales, en un momento:

Aunque de lo que nos haya hecho conseguir el esplendor sólo recordaremos secuencias, ficciones

Somos como una pequeña tribu de animalillos que disfrutan la vida a través del deseo:

y lo hacen porque no se sienten más que nadie, no tienen conciencia de su identidad en la sociedad

Este tema que trata del ser como individuo social nos recuerda a los versos del maestro:

Pues, si Walt Whitman cantó a la maravilla que es la vida humana, Misael Ruiz hace una llamada a que aprendamos a intuir las sensaciones de la naturaleza para que luego puedan calar, hondas, las palabras.

Si aprendemos a identificar las sensaciones que nos manda la vida estaremos también familiarizados con la muerte, como si se tratase de un ciclo natural, nada traumático

No es traumático el dejar de ser materia puesto que

TODO ES REAL

Ruiz Albarracín continúa con el mismo optimismo que embargó a Whitman. Todo renace desde el momento en que una flor nos recuerda a otra que teníamos hace tiempo, en el instante en que una sonrisa o una lucha por conseguir un ideal nos lleva hasta otros que no están presentes pero siguen, como flujo, con nosotros. Sólo quienes olvidamos son los que mueren de nuevo.

La vida son recuerdos y deseos, si nos falta el deseo, el fuego que arde en nuestro interior, nos quedan sólo cenizas, estaremos muertos. El deseo es como un viento, es la potencia que nos empuja, si no hay deseo estamos acabados; nos dejamos llevar por él, por eso, cuando se desvanece porque ya se ha obtenido, se va hacia otros cuerpos

Nada puede perdurar ni detenerse. Todo pasa, hasta los buenos momentos

El secreto está en saber vivir y renacer en cada ocasión, fundiéndose en los demás, disfrutando, sin obsesiones preocupantes, dejando que pase el tiempo de forma constante

Me gustaría poder afirmar que en estos sentimientos del deseo aparece una gran influencia de los poemas de amor de Cernuda para quien "Donde habite el olvido" es "donde el deseo no exista "

En El pájaro celeste descubrimos gran influencia de la Generación del 27; la o igualadora de Cernuda en "canto o cuerpo", la elisión del verbo para dejar el concepto "tu oro, las estrellas", y por supuesto, "la sombra del paraíso" es como en Vicente Aleixandre, la naturaleza que recuerda a antes de estar mancillada por el hombre, por eso

La voz poética de Misael Ruiz anhela el glorioso cosmos perdido. Asimismo el lenguaje se torna más surrealista aunque sin llegar al de principios del XX

El final del libro Todo es real resuelve la disyuntiva del principio, también aquí es igualadora

TODO ES REAL

la conjunción de Flujo o Materia, y viene a certificar lo expresado anteriormente. La realidad va cambiando, lo que se repiten son las sensaciones

La realidad, es personal, cada uno tiene su propia realidad y consiste en pasar por la vida como un elemento más sin conciencia de ser algo importante. Formamos parte de un todo desigual -no uniforme- en el que las cosas están porque sí. Si no intentamos sólo poseerlas podremos llegar al fondo de la esencia de cada una, que es la nuestra en realidad. Nosotros estamos en la esencia de las cosas.

El sueño no es sino el eco de la realidad, de la vida. Si el deseo nos hace espíritu todo se iguala, la vida y la muerte

Destacan metáforas "palabras labradas en el aire", algunos oxímorons que confieren el punto surrealista "autómatas animados", "el soplo de los muertos". Las sinestesias nos unen a la naturaleza "se alimentó del color de la tierra"; de hecho el vocabulario coloquial se torna específico al tratarse de la naturaleza: páramo, zarzas, pastor-poeta, jacarandá, zarzaparrillas, encinas, algarrobos...

A veces incluso compara órganos del ser humano con elementos de la naturaleza para darles vida propia, libertad o fugacidad "El ojo [...] alza el vuelo como un ala". Otras veces animaliza el mundo vegetal mediante perífrasis tan largas que se hacen imposibles "brisas / que llegan con la tarde a desovar / su tierra, su color, su aroma extraño".

Las imágenes mitológicas también aparecen: Aracne, Orión, Femio, el Cielo estigio de Caronte pueblan las páginas para recordarnos amores y muertes proyectados a través de sueños o ideas.

Todo es fluir, la vida fluye, los sentimientos, los deseos, y nada los podrá parar, se irán recomponiendo, reestructurando en otros para conseguir que la vida y la muerte sean imperdurables en el amor.


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