Revista Cultura y Ocio

Todo lo posible. Carmen Pacheco

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Todo lo posible. Carmen Pacheco
     "El cuaderno de las tapas doradas me lo dejé allí, en una bolsa roja de plástico, sobre la lápida de mármol de una tumba. Se me apareció ante los ojos horas después, de repente, como si la memoria lanzara una llamarada roja en medio de la masa verde, vertiginosa, que se deslizaba al otro lado de la ventanilla del tren.
     Qué funeral tan prematuro el del cuaderno recién comprado, con sus páginas color crema, inmaculadas. Y yo qué estúpida por haberlo olvidado allí."
     Últimamente estoy bastante superficial, pero cuando vi este libro no pude apartar la mirada de la cantidad de cosas que salían en la ilustración de su cubierta. Luego la autora comentó que todos eran objetos de su vida, y me pregunté qué pintaban entonces en la historia. Hoy traigo a mi estantería virtual, Todo lo posible.
     Conocemos a Blanca Cruz, una escritora de éxito con una saga protagonizada por una detective vampira. No se siente orgullosa, de hecho ni siquiera le gusta que la reconozcan, y menos ahora que debería de estar escribiendo la siguiente entrega. Es más, Blanca está atravesando una crisis con todas sus letras: tanto en su relación con Carlos, como en la parte creativa; no sabe qué hacer con su relación y sus sospechas y tampoco con sus protagonistas de la ficción. Quizás por eso se volcará en la historia de una escritora desconocida de novelas de misterio desaparecida sin dejar rastro muchos años atrás. A veces, uno se agarra a cualquier cosa, incluso a la vida de Patricia King, a la que llegó por pura casualidad.
     Por comenzar desvelando un misterio os diré que todos los objetos dibujados en la cubierta del libro, aparecen en la novela. De hecho, la mayor parte se encuentran en el despacho de la protagonista, aunque no todos. Y explicado esto, comencemos con una novela que me ha sorprendido bastante.
     Carmen Pacheco nos lleva por la historia de blanca, y la salpica de alusiones constantes al amor por las palabras, el acto de crear y las dudas y miedos del escritor que se encuentra ante una página en blanco. Es lo que más me llamó la atención en las primeras páginas, junto a esa prosa amable y agradable de leer que nos acompaña durante toda la historia. Aparecerán anécdotas de críticos que se convierten en editores, escritores de mediana edad que tienen al público femenino a sus pies, tanto por su físico como por su prosa o escritoras feministas y modernas de bellezas deslumbrantes. Un mundo que retrata Pacheco con soltura y un toque de humor imposible de no percibir. Nos introduce también en las inseguridades del creador y en el mundo editorial, sentando a negociar al autor y sus editores en un tira y afloja más empresarial que creativo, desvelando un mundo desconocido para el lector que asiste con curiosidad a lo relatado por la autora mientras la historia comienza a desplegarse.
     Aparece el misterio de Patricia King y su desaparición en alta mar, y la novela se divide para dejarnos leer las cartas que esta mujer escribiera a su hermana. Nos convertimos en los ojos de Blanca, o en los de Roca, su improvisado compañero en este misterio, para acabar padeciendo la misma necesidad de saber que los protagonistas, deseosos de conocer qué sucedió con esta misteriosa mujer durante ese crucero y por qué nadie parece conocerla ni a ella, ni su escueta obra. Y tirando del hilo, entre viajes en avión, coche o cementerios, y sin dejar en ningún momento ese sentido del humor que antes os nombraba, llegamos al final de una novela amable y divertida que se lee en dos ratos y deja un buen sabor de boca.
     Una lectura ligera para el verano, en la que, si bien me hubiera gustado conocer un poquito más a sus protagonistas, me ha sorprendido el buen hacer de su autora. Echadle un ojo, os divertiréis.
     Ahora que llega el verano me gusta compaginar una lectura ligera con algo más sesudo o una relectura de esas que uno sabe le llevarán tiempo mientras disfruta del camino. Y vosotros, ¿leéis más de un libro al mismo tiempo?
     Gracias.
     PD. Tiene la protagonista un despacho con un mueble al que no llamaremos cómoda al que sólo falta un huevo de faberge. Hay un muñeco en la novela y también unos guantes, unas cartas de las que os he hablado y un cuaderno con el que comienza la historia. En realidad, todo está ahí.

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