La filmografía de Achero Mañas es contundente, hay algo de boxeador en este director y en su cine y seguramente, mucha biografía. Mañas es un narrador, un cineasta de guión bruñido, preciso y tenso como una piedra pómez, para contar una historia muy viva, llena de carne y de tendones. Todo lo que tú quieras (si ves el trailer ya has visto la peli) es una película frontal y valiente como El Bola, en la que Mañas tumba más aún en la curva y se juega el tipo poniendo al espectador ante escenas amargas, un planteamiento difícil, desnaturalizado e incomodísimo, ¡con una niña de cuatro años de prota! y sale vivo con una peli ortodoxa y aseada en lo formal hasta la naúsea, o sea, ejemplar.
En medio de la sorprendente peripecia que protagoniza un Juan Diego Boto que siempre será un actor capaz de resolver pelis de mérito y dificultad interpretativa, empedradas de secuencias altamente voltaicas y espinosas, pero que nunca sacará en la curva esas décimas que diferencian al bueno del superclase, aparece José Luis Gómez incrustado como una obsidiana en un anillo, brillando como siempre, ajeno a la historia y resolviendo un personaje mágico, estético, emotivo y cardíaco en un inesperado homenaje a las viejas mariquitas y "transformistas" de los amargos setenta de alegalidad homófoba,palizas a discreción y marginación extensiva, empujando elegantemente la cinta fuera de la maldita “normalidad”.
Todo lo que tú quieras mantiene un tono de tensión entre el drama y la ternura de una comedia, amarga pero no insoportable a pesar de no ahorrarte dos o tres directos al mentón... ¿pero quién dijo que esto fuera Bambi?
ARM