
¿Cuántos de vosotros coméis tofu de soja habitualmente? ¿O solamente lo consumís cuando vais a algún restaurante asiático, vegetariano o de cocina macrobiótica? ¿O lo habéis dejado de tomar por la mala fama que se ganó hace un tiempo? Pues os aconsejo seguir leyendo:

Es rico en lisina, aminoácido esencial cuya existencia es deficiente en muchos productos de cereales (por lo que combinar tofu con cereales es una buena idea), estos últimos (los cereales), por otro lado, están bien dotados de los aminoácidos sulfurados, metionina y cistina, que están restringidos en la soja. Por eso, las proteínas de la soja y de los cereales se complementan tan bien entre sí. La utilización neta de proteínas (UNP) es mucho más alta cuando combinamos los cereales con el tofu. (Repito tres veces para que queda claro y para tener en cuenta los deportistas, veganos y personas que requieran cantidades importantes de proteínas de calidad).
Pero eso no es todo:
Se han publicado estudios prometedores sobre la eficacia de compuestos basados en el tofu (soja fermentada), cuyo componente activo se conoce con el nombre de DT56a.
Hasta hace poco tiempo, la principal alternativa médica para combatir y prevenir los síntomas de la menopausia era la terapia hormonal sustitutiva pero sus contraindicaciones y riesgos están limitando en gran medida su prescripción.
Hace tres años se ha dio a conocer un estudio en el Journal of Endocrinological Investigation en el que se midieron los efectos en los síntomas vasomotores (sofocos) entre tres grupos de mujeres en la menopausia: un grupo que recibía tratamiento hormonal, otro grupo que recibía DT56a y un grupo de control que no recibía tratamiento. Los resultados mostraron que las mujeres que recibían cualquiera de los dos tratamientos tuvieron un descenso notable de los sofocos (medidos según el Test de Kupperman).
Otro estudio científico presentado dio a conocer los beneficios del consumo habitual del DT56a (contenido en el tofu) para aliviar los sofocos y otros efectos secundarios típicos en la menopausia. La principal diferencia con los tratamientos clásicos con soja es que éstos extraen sólo las isoflavonas (¿Cuántas de vosotras ha tomado o ha oído hablar sobre ellas?) perdiendo las cualidades del resto de sus principios. Por el contrario, el DT56a aporta un grupo de sustancias que se encuentran en la soja en la naturaleza, de las que lignanos y cumestanos son los dos compuestos predominantes.
Será cuestión de comenzar a plantearse incluir más tofu (o suplementos nutricionales que contengan DT56am) en la dieta diaria, ¿No creéis? Yo lo tengo fácil, ya que suelo tomar tofu casi a diario, ¿Y vosotros? ¿Cuándo fue la última vez que comisteis tofu? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!
Besos desde mi blog!!!
También podéis seguirme a través de Facebook