Con Michelle Monaghan en Misión Impossible III.
De entre los muchos post que tengo en borradores, hay uno que habla sobre el poder idealizador del cine, y sobre cómo la imagen que se nos presenta en las películas, anuncios y revistas no tiene nada que ver con la realidad, sino que se trata de una deformación pensada para cumplir ciertos requisitos estéticos: La famosa portada de Pretty Woman con el cuerpo de otra mujer, la mano deforme de Megan Fox que no se ve en los anuncios o las cajas en las que se suben las actrices bajitas para estar a la altura de sus compañeros de reparto.
Tom Cruise, por ejemplo, es uno a los que más gusta estudiar en ese aspecto. Entre sus defectos fisicos se cuentan en tener un incisivo justo en el centro del rostro, lo que no le hace simétrico, y aquí ya saqué un post para que adivinaseis cuál era su perfil bueno. En Tumblr he encontrado unas pocas fotografías en las que podemos ver cómo el actor aparece en varias escenas siendo más alto que sus compañeros de reparto, sobre todo femeninos, para aumentar la imagen de fuerza y protagonismo que se requiere en las películas. Una prueba más de que todo lo que vemos está manipulado y a veces, en extremos impensables.
Con Cameron Diaz en Knight and Day.
Con Olga Kurylenko en Oblivion.
Con Nicole Kidman en Eyes Wide Shut.
Con Ving Rhames en Misión Imposible II.
Con Ralph Macchio, C. Thomas Howell, Rob Lowe, Matt Dillon en Rebeldes.
Con Philip Seymour Hoffman en Mision Imposible III