Los tomates secos e hidratados, en aceite de oliva y aromatizados con hierbas frescas o secas, son riquísimos y se pueden utilizar en cantidad de preparaciones, pero simplemente, untando una tostada con queso azul y tomates o queso crema, tomates y jamón serrano y se puede disfrutar de un entrante delicioso.
La receta me llamó la atención cuando se la vi a Marisa, del blog "Recetas de andar por casa".
Un blog que os recomiendo que visitéis pues su cocina es auténtica y sus recetas una garantía.
Aunque me basé en su receta para la elaboración,
yo le añadí una selección de hierbas frescas y recién cortadas de las que tengo en el jardín y un poco de guindilla, puesto que nos gusta el picante.
El resultado es exquisito y desde que los probé, ya no me quedo sin ellos.
El aceite se puede utilizar para las posteriores preparaciones, o para aliñar ensaladas.
Ingredientes
- 1 bolsa de tomates secos deshidratados
- unas ramitas de romero o una cucharadita de romero seco
- unas ramas de salvia
- unas ramas de orégano
- unas ramas de tomillo limonero
- 3 ó 4 dientes de ajo
- 1 cucharadita de pimienta negra
- 1 cucharadita de pimienta rosa
- 1 guindilla o cayenas
- aceite de oliva virgen
Preparación
- Poner los tomates a hidratar en una cazuela con agua y dejar cocer 5 minutos.
- Pasado este tiempo, sacar del agua, poner a escurrir y secarlos bien con papel de cocina. (Si las pieles de los tomates os resultan desagradables, se pueden eliminar después de cocidos, ya que se desprenden con facilidad).
- Cuando estén bien frios y secos, meterlos en un recipiente (mejor de cristal), añadir las hierbas aromáticas y cubrir con el aceite.
- Dejar macerar al menos 24 horas para que se impregnen de los sabores.
- Se conservan varias semanas siempre y cuando siempre estén cubiertos de aceite.