- Recibir libros por correo. Dentro de todas las experiencias lectoras que no incluyen leer un libro, esta es mi favorita. El sistema de correo aquí es tan inestable que a pesar de que Booky diga que los libros tardan 15 días en llegar, en general tardan un mes y un poco más, a veces menos, entonces nunca sabes cuando te van a llegar los paquetes. Lo mejor es no estarlos esperando y que te toquen el timbre con tus bebés en brazos.
- Comprar libros por internet. Me gusta casi tanto como comprar en una librería. No me gusta tanto porque prefiero tocar los libros cuando los compro, pero me gusta más en un sentido porque puedo acceder a libros que aquí simplemente no están. Además esa como emoción que se siente al apretar 'add to basket' o 'checkout' me mata.
- Oler un libro nuevo. Oler un libro apenas lo adquiero es muy importante para mi, porque todos huelen distinto, algunos huelen más a papel y otros más a tinta, y algunos huelen simplemente a producto nuevo y no tanto a libro. Sea como sea, hacerlo es indispensable.
- Seguir leyendo un libro desde la página exacta en la que me quedé. Esto puede sonar raro, pero algunos de ustedes (la mayoría, espero) sabe que no uso marcapáginas, generalmente sé en que página terminé de leer pero cuando pasa mucho tiempo se me suele olvidar, entonces las veces que consigo acordarme de la página exacta después de pasados unos cuantos días me hacen sentir especialmente contenta. Idek.
- Que me regalen un libro que quería sin necesidad de que lo pida. Yo voy por ahí hablando de libros todo el día, y quizás puede resultar un poco mareante (? pero me encanta cuando no tengo que //pedir// explícitamente un libro a alguien y este solo llega, porque me escucharon cuando hablé de él. No pasa mucho la verdad, pero cuando pasa, it's great.
- Las portadas con relieve. Pasar. Los. Dedos. Por. Encima. Y. Sentir. Las. Letras. Levantaditas. Es hermoso la verdad, y mucho mejor cuando algunos otros detalles están en relieve también, como las portadas de las primeras ediciones de Maze Runner. Oh, the porn.
- Cuando en los libros hablan de música. Me encanta encontrar referencias que conecten las historias que leo con la realidad, y también, me encantan las recomendaciones musicales, así que esto funciona de ambas maneras. Si puedo sentir que entiendo mejor la historia o a un personaje a través de una canción entonces me pongo muy contenta.
- Cuando nombran otros libros dentro de un libro. Esto me vuelve loca, especialmente si el libro donde los otros libros son mencionados es un buen libro, porque eso supone que los otros libros también tendrían (¿deberían?) ser buenos. Como en The Perks of Being a Wallflower donde mencionan un montón de libros que estoy decidida a leer.
- Que me acompañen a la librería. Es casi imposible para mi pasar por una librería sin entrar, y aunque no tengo problemas entrando sola (menos presión para irse y todo eso), siempre pensé que me gustaría que alguien entrara conmigo para poder hablarle de los libros que quisiera leer o los que leí o de las portadas que me gustan. Ahora tengo a alguien que me acompaña y es muy divertido porque siento que de verdad me presta atención cuando vamos.
- Hablar de libros. No importa si encuentro a alguien que sepa mucho de libros, a alguien que le gusten los mismos que a mi, a alguien que tenga un gusto diametralmente opuesto, si esa persona quiere hablar de lo que le gusta y escuchar lo que me gusta a mi y comentar cosas yo soy la más feliz. Incluso me gusta hablar con gente que no lee casi nada pero que pregunta mucho por libros porque son curiosos, eso es especialmente divertido.
¿Comparten alguno de estos puntos conmigo? ¿Cuales son sus delights? Un beso!