Mientras escribo esta receta, recuerdo el olor a vino, a canela. y limón de las torrijas que hacía mi madre cuando era pequeña.
Los domingos, que era cuando estábamos más tiempo en la cama, y a mi madre le daba tiempo a preparar desayunos especiales, nos despertábamos con estos olores y las tres hermanas mayores devorábamos el desayuno que ella nos prepararaba
En casa gustaban mucho las torrijas, sobre todo a mi padre, que era capaz de comerse un plato entero y dejarnos sin probarlas
-¡Eduardo, no comas más, que las niñas no han comido! -le decía mi madre, asustada viendo cómo iba bajando la cantidad, y el plato se iba quedando vacío.
Aunque sea un dulce tradicional en Semana Santa, yo suelo hacerlas durante todo el año, sobre todo cuando sobra pan. No a lo mejor tantas veces como quisiera, pero sí cada vez que me sobra pan.. y eso que casi siempre dejo que se ponga duro y lo rallo.
Pero mi madre ha hecho y hace torrijas cuando le sobra pan, en cualquier época del año. Y yo me he quedado con esa costumbre.Y además, se lo debo a un amigo de mis hijos, a Juan, que cuando empecé con el blog me pidió que publicara las torrijas, y siempre lo he tenido ahí, en el alma. ¡Por fín, aquí están!
En aquel momento ni se me ocurría pensar que yo, unos años después, haría esas torrijas también para desayunar para mis hijos, y además con el mismo cariño y la misma dedicación que mi madre le ponía.Voy a intentar poner unas cantidades, por si alguien se acerca por aquí, despistado, un domingo cualquiera, a ver cómo se hacen. Y digo lo de voy a intentar, porque yo las hago a ojo. MI madre no me dio una receta, con ingredientes medidos y pesados. Un chorreón de vino en un plato con leche...; un puñado de azúcar con un poquito de canela...; dos huevos, para según qué cantidades...
-Así es que, mientras las hago, calculo y peso para saber más o menos qué cantidades pongo de cada uno de los ingredientes.Yo también suelo hacerlas con pan de varios días, porque está más asentado, y es una forma de conseguir que no se tire, que se recicle. Aunque yo no suelo tener pan atrasado, porque también lo muelo para tener siempre pan rallado casero.
Ingredientes: Para cuatro personas:
- 10 rebanadas de pan de dos o tres días. (una barra más o menos),
- Dos vasos de leche, (como 400 ml. aprox,.),
- Un vaso de vino blanco, licor de castaña (este ha sido hoy el utilizado), vino dulce de Málaga..
- 2 huevos,
- Una cucharada de zumo de naranja (es una manía, pero mientras las preparo, me tomo un zumo de naranja y aprovecho un chorreón)
- Cuatro cucharadas de azúcar,
- Una cucharada de canela molida,
- Aceite de oliva virgen extra para freír.
- Un palo de canela.
- En un cazo caliento a fuego suave la leche y el vino con una cucharada de azúcar y la corteza de naranja, A veces le añado media ramita de canela, pero eso es opcional. No dejo que hierva, pero sí lo tapo y dejo que se enfríe hasta que esté tibia y se infusione la naranja.
- Una vez preparadas las rodajas de pan, y cuando la leche está tibia, saco la cáscara de naranja y voy mojando el pan. Dejo el pan en remojo hasta casi que se me olvida. Eso sí, el pan tiene que ser un pan asentado, si no, hago una papilla. . Después las saco y dejo escurrir sobre una tabla mientras preparo las demás.
- Ya escurridas, bato los huevos en un plato y los rebajo un poco con una cucharada de zumo de naranja, y en su defecto, con un poco de agua (pero poca),
- Con el aceite bien caliente, voy echando el pan y friendo a fuego medio, hasta que estén en el punto que a mí me gustan, ni demasiado crudas, ni demasiado fritas.
- Las saco y pongo sobre papel absorbente.
- En otro plato tengo preparado el resto del azúcar con la canela, bien mezclado, y voy rebozando las torrijas. Unas veces, admito, le pongo más canela, otras menos. Ya os digo, no tengo receta fija.
- Y ¡listas para tomar! En ocasiones también le he puesto vino dulce, o anís... están riquísimas.
- Es un plato, para mí, de reciclaje, porque además de aprovechar el pan que está duro, puedes cambiar ingredientes según lo que tengas en casa, y cada día es una sorpresa y una torrija distinta.
- Estas de aquí abajo están Rellenas de mermelada de fresa.
as las hacía.