En ocasiones
como sola, no ocurre con frecuencia pero siempre hay algún día que
por el motivo que sea así sucede.
Normalmente si hace frío o fresco como un potaje rápido que suele estar hecho de víspera, si es verano me hago una ensalada completa ya sea con verduras o pasta.
en resumidas cuentas, que lo que interesa es
no complicarse en la cocina y comer lo mejor posible: ley del mínimo esfuerzo con un gran resultado.
Esta vez pensé en hacerme una tortilla, ¿de qué? Pues de algo facilito y rápido, abrí la nevera y me topé con los
espárragos verdes que había comprado la víspera, al sacarlos vi que tenía un
trozo de queso hecho con leche cruda de cabra delicioso… pues ya tenemos
tortilla.
Ingredientes
por persona:
4- 5 espárragos trigueros
2 c/s de queso de cabra rallado
1 huevo
1 chorrito de leche evaporada
Orégano, sal,
Aceite de oliva virgen extra
Lavar los espárragos y desechar la parte más
leñosa, cortar a rodajitas pequeñas y colocarlas en una sartén con un poco de
aceite, sal y a fuego medio cocer unos 6-8 minutos. Reservar.
Mientras en un recipiente batir el huevo con
un poco de leche evaporada, el queso rallado, una pizca de sal y orégano.
En la sartén antes utilizada, cuajar una
tortilla plana.
Emplatar poniendo la tortilla en el plato, en una mitad poner los espárragos
reservados y tapar con la otra mitad.
Decorar con las puntas de los espárragos y
rociar con un poco de aceite de perejil y de tomates secos.
NOTA: La cantidad de leche evaporada es solo un chorrito para que quede más
esponjosa.
** Si no hay leche evaporada pues leche,
también va bien y si es desanatada mejor.
** El aceite de perejil se hace batiendo unas
hojas de este con aceite.
** El aceite de tomates secos se hace previo
remojo de 12 horas de un par de ellos, picarlos bien y mezclarlos con aceite.
Celiacos: aseguraros bien de que todos los ingredientes sean sin gluten.