Simplemente se trata de una tortilla con relleno y acompañada de una salsa con cebolla pero bueno hay que reconocer que el nombre del plato atrae más así. ¿La sorpresa? Pues son unos rossinyols o rebozuelos frescos, cuatro mal contados y se me ocurrió “engalanárselos” así . Evidentemente se puede hacer con otras setas, o con un par de champiñones que tengamos “abandonados” en la nevera.
Ingredientes por persona: Unos rossinyols o rebozuelos 2-3 c/s cebolla frita 2 huevos 50 cc. de leche evaporada 1 c/s de cebolla frita deshidratada cebollino sal y pimienta aceite de oliva virgen extra
Una vez limpias las setas saltearlas en una sartén con un poco de aceite, salar, cuando hayan absorbido la poca agua que sueltan añadirles 1 c/s de cebolla frita. Reservar.
Batir los huevos, salar y en la misma sartén cuajar una tortilla solo por un lado (tapamos la sartén y con el calor se cuece por el otro) Reservar.
En la misma sartén ponemos el resto de la cebolla frita, añadimos la leche evaporada y dejamos reducir hasta que adquiera la consistencia de una salsa.
Montamos el plato y para ello en la tortilla plana ponemos en el centro las setas reservadas, lo envolvemos como un paquete atándolo con el cebollino, servimos acompañado de la salsa de cebolla y por encima ponemos la cebolla fritas deshidratada.
NOTA: habéis notado que solo se ensucia una sartén y un par de platos, más limpio casi imposible. ** La cebolla frita ya os he comentado en más de una ocasión que la venden comercializada en latas pequeñas, siempre viene bien tener alguna en la despensa. ** La cebolla frita deshidratada no se donde se puede encontrar, yo la adquirí en la tienda de alimentación de Ikea. ** ¿Setas? La variedad que tengáis. Lo admite todo. C/s= cucharada sopera
Celíacos: aseguraros bien de que todos los ingredientes sean sin gluten.