Son muy baratas y "resultonas". En los tiempos de carestía se solían hacer frecuentemente en las casas, especialmente para los niños, que se las comían sin rechistar. He oído a las personas mayores hablar de ellas y me he interesado por saber cómo se hacían y como no todas coinciden en algún que otro ingrediente (de los pocos que tienen) he decidido resumirlos en lo básico.
Llegué a sonreírme con una señora que me contaba que sus padres de noventa años se las comían de cena obligada todos los días mojadas en leche azucarada. Me dio un "pelín" de repelús imaginarme la leche sabiendo a ajo, ella me estaba observando y se dio cuenta de la cara que puse y me dijo: ¡Chica, un avance de la cocina moderna!
Ingredientes:
- Huevos 3 tamaño L.- Pan del día anterior, sin corteza, unos trozos.- Ajos 2 dientes, grandes.- Perejil un buen manojo.- Aceite de oliva para untar la sartén.- Sal.
Elaboración:
Batimos los huevos, dejando una de las claras aparte, que batiremos a punto de nieve para integrarla después en el último momento.
Mojamos el pan con agua, lo estrujamos y desmenuzamos. Picamos muy menudos los ajos y el perejil. Unimos a los huevos batidos y salamos.
Mezclamos bien y añadimos la clara montada uniendo sin revolver demasiado para no bajarla.
Dejamos que repose la masa veinte minutos.
Cuajamos las tortillitas en un poco de aceite, en sartén pequeña (si tenéis de los blinis, mejor). Para volverlas untad ligeramente de aceite el plato con el que las vais a volver. Haced por cada lado dos minutos aproximadamente.
Servidlas calientes acompañadas de cualquier salsa: ketchup, mostaza, mayonesa, salsa brava, salsa de yogur... no os aconsejo echarlas en la leche, aunque como dicen, sobre gustos no hay nada escrito, jajaja.