- 1 k. de boquerones ( que sean de buen tamaño )
- sal gorda
- vinagre de vino ( no valen vinagres de barril, se utilizan los más corrientes )
- sal gorda
- 4 o 5 dientes de ajo
- perejil fresco
- AOVE
- agua
- cubitos de hielo
- rebanadas de pan ( para las tostadas )
- tomate natural triturado
Los boquerones deberemos tenerlos en el congelador unas 48 horas antes de prepararlos así evitaremos posibles problemas con el temido anisakis.
Una vez descongelados, los limpiamos bien, quitando la cabeza , espina central y vísceras. Los dejamos abiertos por la mitad pero unidos por la cola. Los enjuagamos bajo el grifo, con agua fría y los vamos introduciendo en un bol con agua e hielo. Los tendremos así una 1/2 hora más o menos. Soltarán las sangre y se pondrán más blancos.Los sacamos del agua, escurrimos bien y los vamos disponiendo en una fuente de cristal o porcelana ( no vale el metal ). Echamos en la base un poco de vinagre y espolvoremos un poco de sal, colocamos encima una tanda de boquerones ( la piel hacia abajo ). Seguiremos así hasta termimarlos. Cubriéndolos con vinagre. Yo los mantengo así unas 24 horas.Transcurrido este tiempo de maceración, escurrimos bien los boquerones. Ponlos de nuevo en un recipiente de cristal, cubre de aceite y pon encima los dientes de ajo y el perejil.Puedes consumirlos en unas horas. Duran varios días en el frigorífico sin ningún problema, pero siempre tenlos bien cubiertos de aceite.Quedan muy ricos sólos, pero sobre una tostada con salmorejo o cn tomate triturado son una verdadera delicia. Pon unas rebanadas de pan en la tostadora, pon el tomate triturado, los boquerones encima y rocíalos con el aceite de ajo y perejil. No te olvides de la cervecita bien fresquita.
Esta receta es mi contribución al Recetario Mañoso que esta primavera nos invita a preparar deliciosas tapas, las de siempre o las más innovadoras. Espero que os guste y es siempre un placer participar.