La costumbre española de tomar un vino, una copa de Jerez o una cerveza bien fría en un bar con unas tapas o tostas como la que yo os traigo hoy existe desde hace siglos. Estos sabrosos tentempiés preparados con una gran gama de productos constituyen un sólido sustento y además despiertan el apetito a todo aquel que los prueba. Esta tosta tan apetitosa la cogí del blog Mandarinas y Miel, que administra una buena amiga, Mavi.
Ingredientes para 1 persona:
1 cebolla tierna grande, o cebolla blanca dulce
2 lonchas de jamón serrano
queso fresco de burgos
aceite de oliva virgen
sal
pan integral, o cualquier otro pan.
Preparación:
Para cocinar la cebolla caramelizada, pelamos la cebolla y la cortamos en juliana fina.
Ponemos una sartén al fuego con 6 cucharadas de aceite sin que cubra demasiado la sartén y añade la cebolla, ponemos una pizca de sal y mezclamos todo bien para que la cebolla se moje en el aceite y la sal se reparta bien.
En cuanto esté bien caliente el aceite, bajamos el fuego casi al mínimo y tapamos la sartén, para que sude la cebolla y se haga blanda sin necesidad de agua.
Removemos de vez en cuando y dejamos que se cueza muy lentamente hasta que haya cambiado de color, puede tardar una hora o más, depende de la cantidad de cebolla que hayamos puesto.
Cuando haya caramelizado podemos utilizarla enseguida o dejarla enfriar y luego ponerla en un tarro con tapa hermética, como los de las mermeladas, y tenerla en la nevera.
Para montar la tosta tostamos en la tostadora el pan que vayamos a utilizar.
Ponemos primero la cebolla caramelizada bien extendida,
coloca el jamón por encima de la cebolla, cortamos el queso en lonchitas y lo ponemos encima de todo. Yo le colocado para rematar la tosta un poco de cebolla caramelizada por encima.