Os gusta cenar con tostadas? ¿Si?
Pues esta la tenéis que hacer, deliciosa.
La seta denominada Rossinyol, cuyo nombre en
latín es Cantharellus Cibarus se
distingue por su aroma afrutado y suave, aparte de su gran sabor.
Se puede encontrar fresca, secada entera y a láminas
o bien congelada.
En mi caso las solemos recoger nosotros y es
que después de pasar unas horas en el bosque, llevarse a casa esta seta y luego degustarla así, en esta tostada, es una auténtica
delicia.
Ingredientes
para 6 tostadas:
6 rebanadas de pan
1 cebolla tierna
1 puñado de setas variedad rossinyol
6 huevos de codorniz
Sal, pimienta negra,
Trufa negra
Sal Maldon
Aceite de oliva virgen extra
Tostar las rebanadas de pan. Reservar.
En una sartén con un poco de aceite pochar la
cebolla picada durante unos 10 minutos.
Mientras limpiar (sin lavar) las setas y
trocearlas si es necesario.
Añadirlas a la sartén, salpimentar y saltear
todo hasta que estén las setas en su punto. Reservar.
Freír los huevos de codorniz.
Montar
la tostada poniendo la mezcla de cebolla y setas,
encima el huevo frito, un poco de sal Maldon y trufa rallada, rociar todo el
conjunto con aceite de oliva virgen extra.
NOTA: Las rebanadas un poco más grandes que las de baguette o bien de este
tipo de pan pero cortadas en diagonal que quedan más largas.
** Los “rossinyols” son muy gustosos, pero en
caso de no tener se puede emplear la seta fresca que os guste, también con
champiñones.
** Si se organiza uno bien en 20 minutos están listas.