En las vísperas de un Superclásico como el que se jugará el 28 de octubre en el Monumental, cabe recordar lo sucedido un 23 de junio de 1968, justamente en ese mismo escenario, después de un aburrido 0 a 0 entre River y Boca, ocurriría la mayor tragedia en la historia del fútbol argentino.
La montaña de mocasines de las víctimas a la salida del Monumental
71 personas que habían visto el partido en la popular visitante se encontraron con la salida de la Puerta 12 bloqueada: una escalera que debía desembocar en la calle estaba bloqueada por los molinetes, nunca retirados después del inicio del encuentro, y que fueron los causantes de un amontonamiento horroroso.
Gente queriendo salir que no sabía lo que sucedía más abajo, la presión de la masa humana provocó una avalancha que terminó de la peor manera posible. Los gritos de pánico y asfixia no sirvieron de mucho, las consecuencias de minutos después de finalizado el partido ya habían dado inicio.
“Los molinetes estaban colocados en la salida y tenían una barra de hierro que no permitía el paso ni de a una persona a la vez” (de Juan Iñíguez a Crónica en 1968)
“Yo puedo asegurar que, diez minutos antes del final del partido, la Puerta 12 estaba cerrada. Mi hijo de 10 años se desmayó y quise salir por ahí, pero me vi obligado a subir con el nene en brazos y buscar otra salida. La puerta estaba cerrada, yo la vi. Y para peor, cuando la abrieron, quienes estábamos en las primeras filas nos encontramos con los molinetes. Fue tremendo, señor” (de Enrique Acuña, sobreviviente, a Clarín en 1968).
La represión policial, en complicidad con el gobierno de turno, la cruel dictadura de Juan Carlos Onganía, fue la indicada por varios de los sobreviventes como la causa más rutilante de la tragedia. De todos modos, al día siguiente, se decretó el duelo nacional y llegó la solidaridad de todos los clubes de Primera Divisón.
A fines de 1968, se juntaron 32 millones de pesos (menos de 100.000 dolares) para ofrecer como resarcimiento. Dos años después, la AFA y River fueron condenados a pagarles 140.000 pesos ley (14.000.000 moneda nacional) a Nélida Oneto de Gianolli y Diógenes Zúgaro, familiares de las víctimas de la tragedia. Pero el resto jamás reclamó ni cobró un solo peso.
La película
En el año 2006, el documentalista Pablo Tesoriere realizó un largometraje titulado “La puerta de la muerte”, que resume, a través de testimonios históricos, y entrevistas a personalidades del deporte, los hechos e intenta encontrar una respuesta a un hecho que aún parece ser un misterio.
Otras entregas:
- Manuel Preciado
- El desastre de Hillsborough