Trastornos de personalidad (VII): ¿Qué es el trastorno esquizoide de personalidad?

Las personas con trastornos de personalidad presentan patrones de pensamiento, conducta y emocionalidad que se alejan de forma significativa de lo considerado como normal por la sociedad. En el artículo de hoy profundizaremos en el trastorno esquizoide de personalidad.

Este patrón de personalidad se caracteriza por un distanciamiento o indiferencia ante las relaciones sociales y una escasa expresión emocional.

El entorno percibe estas conductas como extrañas y califican a estos individuos como excéntricos o raros.

Estas personas, no desean tener relaciones personales, ni disfrutan de ellas. Puede ser que no formen una familia y tampoco suelen mostrar interés en las relaciones sexuales. No manifiestan disfrute con casi ninguna actividad y prefieren las que puedan realizar en solitario. A parte de los familiares más cercanos, no suelen tener amigos cercanos o personas en las que confíen en su entorno.

En todas sus actividades evitan el contacto social, por lo que tienden a desempeñar trabajos solitarios. Prefieren tareas mecánicas, relacionadas con la informática o las matemáticas. Tienen preferencia por devaneos fantásticos y por la introspección.

Se muestran fríos emocionalmente y no expresan sentimientos hacia los demás. Presentan dificultad o incapacidad para sentir placer o alegría. También pueden tener dificultad para expresar la ira, incluso ante una provocación.

Les cuesta adaptarse a las normas y cambios que suponen las situaciones interpersonales. Son indiferentes tanto la aprobación como a las críticas externas. Son percibidos como poco hábiles socialmente, ya que no responden de forma adecuada a las señales sociales. Tienen dificultad para mostrar simpatía o ternura hacia los demás. Rara vez manifiestan una comunicación no verbal acorde a la situación, como podrían ser sonrisas, asentimientos u otros gestos. Por ello, pueden parecer superficiales o ensimismados.

Todo esto hace que no respondan de manera adecuada a las situaciones vitales importantes que se les presentan. Suelen reaccionar de forma pasiva.

El término que designa esta patología nos puede recordar a la esquizofrenia, sin embargo, estamos ante trastornos diferentes. A pesar de ello, en ocasiones, ante el estrés, pueden experimentar episodios psicóticos breves. Además, se considera que, en algunos casos, el trastorno esquizoide de la personalidad puede aparecer como un antecedente al trastorno delirante o a la esquizofrenia.

Como siempre recordamos, es importante una correcta evaluación para poder proporcionar la intervención más ajustada a las necesidades de la persona.

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