El brioche, bollo de leche o suizo es una especialidad dulce francesa elaborada con huevos, levadura, leche, mantequilla y azúcar. Se cree que procede de una receta original normanda.
Cuando como brioche, siempre me acuerdo de las magníficas trenzas que Fina, la comadre de Vigo, encargaba en la pastelería para el desayuno cuando íbamos a Nigrán.
La receta la he tomado de Mari Luz Piñero, del estupendo blog Cuchillito y tenedor. Ella elaboró una corona de brioche y yo la transformé en trenza clásica. El único inconveniente fue el tamaño: para las cantidades que os indico es preferible hacer dos trenzas, pues creció tanto en el horno que deslució mucho la presentación. El sabor, eso si, era a brioche auténtico, suave y no dulce en exceso, perfecto para mojar en el café o chocolate o tomarlo acompañado con nata.
Como podéis comprobar en casa lo probamos de todas las maneras posibles y aquí tenéis las sugerencias de presentación. no me hagáis escoger ninguna... me gustaron todos los acompañamientos!!
Vamos allá con la receta. Estos son los ingredientes:
- 600 g de harina de repostería
- 2 sobres de levadura para panadería en polvo (yo encontré de la marca Maizena)
- 150 g de azúcar
- 250 mL de leche tibia
- 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 2 huevos grandes
- 1 pizca de sal
- huevo batido para pintar la masa
- azúcar glas para espolvorear (o en cristales antes de hornear, como prefiráis)
Se ponee en un cuenco la leche en el microondas, se calienta unos 30 segundos y se agrega la levadura en polvo. Se remueve y se deja reposar 10 minutos.
Se pone en un bol grande o ensaladera la harina, la sal, la mantequilla y el azúcar. Si tenéis máquina amasadora lo ponéis en su bol.
Se empieza a amasar y se van añadiendo los huevos batidos, poco a poco, mientras se sigue amasando. Se incorpora la leche con la levadura disuelta desde las paredes del bol y se continúa con el amasado.
Debe quedar una masa ligada y homogénea, pero no pegajosa. Si estuviera pegajosa se agrega un poco más de harina y se amasa un poco más. Se deja en forma de bola en el bol, se tapa con un papel de film y se deja reposar 1 hora. Este es el aspecto de la masa.
Debe doblar su tamaño. Pasada la hora, se coloca en una superficie enharinada y se divide en tres trozos. Yo recomiendo hacer dos bolas de idéntico tamaño y cada una cortarla en tres rulos.
Se colocan las tres rulos paralelos y se empiezan a trenzar, como haríamos a una niña.
Se termina la trenza, uniendo el extremo y se coloca en una fuente de horno cubierta con un papel sulfurizado.Se pinta con huevo batido y se deja dentro del horno o en un lugar seco, otra media hora, aproximadamente, para que doble de nuevo su tamaño.
¿Veis como el tamaño era muy grande? Por eso es mejor reducir los ingredientes a la mitad o bien hacer dos trenzas.
Se precalienta el horno a 180º C con calor arriba y abajo y, cuando esté caliente, se introduce en el horno, donde se hornea unos 20 minutos o media hora, hasta que se vea dorada sin quemarse.
Tengo que hacerla de nuevo, con las cantidades reducidas, pues como podéis apreciar en la foto de arriba, la masa se abrió un poco, pues creció en exceso. De cualquier modo, estaba exquisito.