Tres nuevas hamburguesas que nos gustan en Madrid

Y mucho. Ya sabéis que somos hamburgueseros y que disfrutamos como niños con un planazo de “fast food” de la buena, y a veces hasta de la mala Por eso, y dado que el “boom” entre panes no deja de ser más y más fuerte en Madrid, hemos queridos trasladaros tres nuevas incorporaciones que hemos probado en las últimas semanas. Aquí van, ¡buen provecho!

AVIBURGER (San Bernardo, 97. Tlfn. 910 58 06 78. Precio medio: 15-20 euros)

Quince hamburguesas con exquisito pan de brioche y seleccionados ingredientes naturales, entrantes como los mejores aros de cebolla que hemos tomado en mucho tiempo, postres y batidos componen la oferta de esta cadena venezolana que acaba de aterrizar en España y que pretende expandirse y ser la estrella que es en su país y en Panamá. Le auguramos éxito con creaciones tan brutales como el plato del diablo con aro de cebolla relleno de chistorra y queso de cabra. Eso sí, ve con hambre.

SANTO PECADO (Glorieta de Quevedo, 4. Tlfn. 910 57 13 66. Precio medio: 20 euros)

Hamburguesas de pura raza, en este caso de los bueyes japoneses de Kobe o de las vacas Black Angus alemanas y americanas, mezcladas y criadas en Toledo. Las reses se cuidan y pastan en libertad y se sirven en esta nueva hamburguesería gourmet, doradas al carbón de encina. Nuestra favorita es la Nipona con provolone, setas shiitake y ali oli de miel. Las hay con influencias y toques de todo el mundo (y con unas patatas fritas de escándalo).

BURGER SHACK (Augusto Figueroa, 32. Precio medio: 10-15 euros). 

Hamburguesas sencillas, en formato menús rápidos y “refill” de bebidas, pero riquísimas y muy bien situadas en el epicentro de Chueca. Hay cinco (con bacon, jalapeño, hongos, pollo, croqueta de queso fundido…) aunque se pueden añadir extras a todas. Sus patatas fritas se pueden acompañar con salsa de cheddar y bacon (son adictivas) y sus alitas de pollo barbacoa o picantes ya son famosas en el barrio. De lo mejorcito es el esponjoso pan, hecho con harina de patata, bien tostado y con una pincelada de mantequilla.