Hoy no os traigo nada del otro mundo pero sí una idea para sacarle más partido todavía al típico organizador de pañuelos y bufandas que solemos tener en casa.
La percha que os muestro para realizar el truco la podemos encontrar en bazares chinos, tiendas de hogar y en tiendas como Ikea.
El problema es que la percha no es giratoria, sino que permanece estática, por lo que se hace necesario "un algo" para tener los pañuelos de frente y no de lado (tal y como se ve en la foto) y poder cogerlos y colocarlos,tras usarlos, con facilidad.
Tenemos la opción de colgar este organizador en un perchero detrás de la puerta, pero la puerta estaría casi siempre medio cerrada, debido al grosor. Y, además, los pañuelos chocarían con la puerta y la pared... demasiado complicado, por no hablar del polvo que siempre tendrían los pañuelos. Ésto último lo digo por experiencia, porque es horrible la cantidad de ácaros que pueden albergarse en los pañuelos. ¡En serio! De hecho, como tengo tantos pañuelos, los que más uso son los que están en esta percha y los que menos, están en cajas.
Así que el Señor Untado en Crema, con la finalidad de que el organizador se quedara de frente pero dentro del armario, tiró de su mente apañada y ésto fue lo que usó:
Efectivamente, unas bridas. Ni más ni menos. En concreto, hacen falta tres. Pero ojo, no valen las de los chinos ya que tienen que aguantar peso. Éstas, en concreto, son las que se usan en la industria aeronáutica.
El proceso es bien sencillo y consiste en fijar el organizador de pañuelos a la barra del armario para que, al abrirlo, queden así:
¿cómo guardáis vuestros pañuelos?
¡Besos! ¡gracias por vuestros comentarios!