De ahí mis trucos de hoy. Una serie de consejos para que nuestras recetas de pasta sean aún más deliciosas!!!
- Cocer la pasta en abundante agua salada. (A tener en cuenta, 1 litro de agua por cada 100 gramos de pasta).
- Con respecto a la sal, una cucharada por cada dos litros de agua (De esta forma evitaremos que quede realmente salado, o con poca sal en sí).
- Una buena recomendación para evitar que la pasta se pegue tanto al recipiente como entre sí, es añadir algunas gotas de aceite al agua donde vayamos a prepararla.
- Cuando el agua comience a hervir, será el momento exacto para añadir la pasta, manteniendo siempre la temperatura de cocción.
- La pasta deberá comerse “al dente“, lo que significa que la parte central de la pasta no estará cocida del todo y tendrá cierta consistencia.
- Cuando esté de esta forma, será una buena elección vertir un vaso de agua fría sobre el agua quese está cociendo.
- Lo más recomendable es dejar la pasta con un poco de agua de la cocción, no escurriéndola del todo.
- En los platos de pasta con salsas cuya base sea el aceite, o incluso cuando el plato lleve algún marisco o pescado, no debemos poner queso parmesano.
- Eso sí, sobre el queso parmesano, debemos indicar que, cuando lo pongamos para acompañar la pasta, se debe cuidar de la siguiente forma: rallarlo grueso si va con pasta corta, y fino si va con pasta larga.
- Las salsas cuya base sea el aceite, se usan fundamentalmente para acompañar la pasta larga; mientras que, salsas de crema, suelen ser para la pasta corta.