Revista Cultura y Ocio

TSNR: Tensión Sexual No Resuelta.

Publicado el 14 marzo 2013 por Molinos @molinos1282
TSNR: Tensión Sexual No Resuelta.La TSNR es el “nos molamos” de los mayores de 30. Es el “me gustas” de cuando ya has pasado por unas cuantas relaciones mal resueltas.
Cuando eres gacelita o merluzo (que es lo que son los tíos) jovencito y te sientes atraído por otro alguien, dices “me gusta fulanito y creo que a le molo”. Por supuesto no tienes ni idea e interpretas todas las señales erróneamente. Haces muchísimo el gilipollas y eres capaz de las mayores ridiculeces por obra, pensamiento y omisión sin la más mínima duda. Te gusta un tío, le ves en la biblioteca de la facultad y justo cuando le estás mirando, él levanta la cabeza y mira a través de ti, o por encima de tu cabeza o sencillamente no ve. Tú que eres idiota y no sabes nada dices “me ha mirado, le gusto”. Luego te lo encuentras en el mostrador de préstamo y vuelves a pensar una estupidez “seguro que ha estado esperando a que yo apareciera…eso es que le molo”. Ni le molas ni sabe que existes pero allí estás tú haciendo el panoli.
Por esa misma época todos tenemos un amigo con el que te llevas fenomenal, un tío encantador, divertido, majete, puede que sea guapo, listo, inteligente y es “tu amigo”. Resulta que ahí hay una Tensión Sexual No Resuelta de mil pares de cojones y tu amigo básicamente se dedica a controlar sus impulsos sexuales todo el día mientras disfruta de tu “amistad”. Cuando ya no puede más y confiesa, tú te quedas como si te hubiera dicho que es Spiderman. Primero no das crédito y después te sientes completamente gilipollas al darte cuenta de que estas completamente cegata. Tenías allí una TSNR como un elefante de grande y tú sin verla. (Esta situación también puede darse al revés...la ceguera ante la TSNR se da en los dos sexos).
Con el tiempo se aprende a manejar la TSNR, es más si se es muy listo se es capaz de crearla y alimentarla hasta que estalla. Ahí es cuando te das cuenta de que no eres tan listo, porque cuando estalla la TSNR no hay manera de controlarla.
Primero, uno aprende a detectarla en milésimas de segundo. Conoces a alguien de una manera completamente casual, en el curro, en el gimnasio, amigos de amigos, por la calle, donde sea y ahí está el elefante de la TSNR en medio. Como todos tenemos siempre un poso de la gacela o el merluzo que fuimos, a pesar de que es obvia, solemos tener un momento de “bah...no, no puede ser, me lo estoy imaginando”. Y entonces el elefante de la TSNR te arrea una leche con la trompa y te dice “Anormal, soy la TSNR y no puedes obviarla”.
Contra lo que pueda parecer, la TSNR puede estallar en el primer nanosegundo de conocerse o puede aparecer un día de la noche a la mañana provocada por un comentario casual, una mirada, un roce mínimo. Alguien con el que llevas tiempo tratando y de repente... ¡alehop!! Ahí está, una TSNR de mil pares de cojones que no sabes muy bien cómo tratar.
La TSNR es muy traicionera.
Para empezar la mejor TSNR se da entre gente que no quiere gustarse. ¿Por qué? Porque si te mola alguien muchísimo, rollo de amor y todo eso no es TSNR, es otra cosa que también está muy bien pero que no es el tema de hoy.
La TSNR se da con alguien que probablemente no te “gusta”, te saca de quicio, te cabrea y te parece imbécil, pero no se puede evitar. La TSNR está ahí. Cuanto peor te cae y más de quicio te saca más crece. Por supuesto al otro también le pareces un imbécil, le sacas de quicio y no te soporta…pero está sufriendo/disfrutando como tú la TSNR que crece y crece con el “odio” mutuo.
La TSNR es adictiva.
“Paso de hablar con ese tío”, “Que le den a esa tía”. “Voy a ser una campeona de la indiferencia: hola y adiós y nada más” “No pienso ni saludarla”. “No le soporto” “La odia, me saca de quicio”. Todos esos buenos propósitos te llenan la cabeza cuando estás lejos del otro. Te haces fuerte y dices: paso, paso, paso. Pero como todas las buenas adicciones es poderosa. En la siguiente ocasión que te encuentras con el otro dices “Buenos días” y esas dos palabras llevan tal carga de electricidad, de TSNR que te parece increíble no haber combustionado. Te encuentras sorprendido pensando ¿De verdad he sido yo la que ha conseguido que Buenos días haya sonado a vamos a comernos? Da igual lo que hagas o lo que digas o como lo hagas o como lo digas...todo hace crecer la TSNR.
La TSNR es como un buen virus de esos de House.
Puede permanecer inactiva pero no desaparece jamás. Si te alejas del otro durante una temporada larga, la TSNR se va a apagando, el elefante se va desinflando cada día que pasa y poco a poco crees que ya se ha apagado del todo y que no queda nada. Te das palmaditas en la espalda por haber sido tan contenida/o y haberlo sabido sobrellevar y te confías completamente. Y de repente un día, te encuentras con el otro. Es posible incluso que hayas propiciado el encuentro por algo pensando que podréis hablar tranquilamente, porque sois personas adultas y maduras que habéis conseguido superar ese breve episodio de enajenación transitoria que tuvisteis…y nada más llegar te das de bruces con el elefante que está allí, en medio, sonriendo y diciendo “ Hola..soy vuestra TSNR y ¡sorpresa!  sigo aquí”.
La TSNR mola mucho. Te hace sentir poderoso.
Cuando ya has pasado por muchas situaciones de TSNR aprendes a manejarla. Sabes que mola y que bien tratada da muchas satisfacciones: sube el ánimo, motiva, hace reír y descarga mucha tensión por un lado…mientras la carga por otro. Digamos que redistribuye la tensión vital. Por supuesto uno cree que lo sabe manejar, y se dedica a disfrutarlo...pero claro, como todas las drogas al final es muy posible que se te vaya de las manos.
¿Qué pasa entonces?
La única manera de terminar con la TSNR es resolviéndola, pero por supuesto sabiendo que con eso se termina. Y por si alguien no lo sabe, la TSNR solo se puede resolver en el catre, chuscando, empotrando o lo que sea. No hay otra opción.
Si se Resuelve Mal, es decir siendo un absoluto desastre: el otro besa mal o chusca mal o se deja los calcetines puestos o cualquier otra cosa fatal…te encuentras sin comerlo ni beberlo pensando ¿Cómo he podido pensar que este tío/tía me gustaba? y “Piensa, piensa, piensa..una excusa rápida para poder largarte ahora mismo y sobre todo no volver a aparecer en 6 meses”. Una tensión sexual Mal Resuelta se extingue…nada podrá volver a reanimarla. Es el fin. Se acabó el juguetito. El otro que te sacaba de quicio porque te descontrolaba y te ponia todo el cuerpo en tensión, derepente se ha transformado en algo tan insulso como un fideo pasado flotando en sopa.
Si se Resuelve Bien, es decir con fuegos artificiales, mariposas, agujetas y demás, te encuentras pensando...”mierda...encima esto…y a mí esto tio no me gusta, me saca de quicio y me pone de los nervios…He hecho esto para ver si terminábamos con esta tontería…y ahora ¿Qué hacemos?” Enamorarse no extingue la TSNR, la transforma en PADDL (Pasión Amorosa de Duración Limitada) que también puede molar mucho, pero que ya no es un elefante ya no se alimenta de cualquier cosa. Ahora son mariposas que hay que mimar y cuidar y que también molan pero que te hacen deslizarte por la pendiente del cursilismo en cuanto te descuidas.

Volver a la Portada de Logo Paperblog