Tu canción esencial

    Todos tenemos alguna música o canción que cuando la escuchamos de alguna fuente exterior a nosotros nos alegra nuestro interior, es como si algo se nos pusiera en marcha recordándonos que siempre hay una manera alegre de ver las cosas. ¿Qué pasaría, querido lector, si hiciésemos el proceso al revés: colocándonos en un lugar silencioso y esperando a que la música apareciera directamente en nuestro interior? Si lo haces puedes llevarte una gran sorpresa: descubrir que dentro de ti hay un gran compositor y un excelente intérprete y, además, sin necesidad de saber nada de música ni tener aptitudes. Esto es posible porque existimos más allá de nuestras experiencias, porque en nosotros hay una sabiduría que no necesita ser aprendida, en definitiva, porque somos más que los personajes que interpretamos a diario.  Entre “tu repertorio” puedes que encuentres una canción muy especial: tu canción esencial. Siempre ha estado sonando en tu corazón. Te identifica mucho más que el nombre con el que te llaman los demás. Si la escuchas notarás que te encuentras contigo mismo, sentirás como una enorme alegría que te desborda, tanto que no tendrás más remedio que ofrecerla a los demás … y ¡sorpresa! , éstos empezarán a sonreír en tu presencia, tu alegría será contagiosa …  o … tal vez simplemente les estés recordando a su propia canción esencial, ¿quién sabe … ?

   Si la experiencia no te resulta a la primera no te desanimes, son muchos años de educación que han ido priorizando un determinado conocimiento exterior sobre tu propia sabiduría. Una forma de potenciar esta conexión con nuestro universo interior es utilizar el firmamento de una noche serena y estrellada como espejo del mismo, precisamente debido a este gran poder de espejar que poseen las estrellas quedamos sobrecogidos, pero nunca sobrepasados, por su contemplación. ¿Te animas a descubrir tu canción, tu canción esencial ...  esa que ya suena en tu corazón ...? Estamos deseando verla en la alegría de tu mirada