"Hay muchos cineasta en Latinoamérica que hacen películas políticas porque saben que tratar los temas de la dictadura o mostrar abusos de los derechos humanos vende muy bien en Europa y eso les ayuda a que sus películas sean aceptadas en muchos festivales de prestigio. En Estados Unidos no son tan receptivos a ese tipo de cine porque, en ese aspecto, son un poquito menos condescendientes que en Europa. En general, a Europa le encanta que le muestren, estéticamente, el sufrimiento y la miseria de América Latina".
Sebastián Silva, director de La Nana, en entrevista con Mar Diestro-Dópido, en Sight and Sound, septiembre de 2010 (p. 20).