Aquí en Gastronoming siempre nos interesan las fobias y las filias relacionadas con las gastronomía e intentamos entenderlas, aunque muchas veces se nos haga difícil, como en este caso con la Turofobia, el miedo incontrolable a los quesos y es que para los que somos amantes de los quesos esta fobia en particular se nos hace difícil de digerir, ¿Cómo es posible? Con lo buenos que están...
Pues como decimos, la Turofobia es el miedo irracional para con los quesos, es cierto que este es un trastorno poco común y no se trata de que a alguien simplemente no le guste el queso, no señor, son personas que experimentan una aberración intensa e irracional hacia los Quesos, En ocasiones con el simple hecho de verlos u olerlos, las personas que padecen de turofobia pueden experimentar diversos síntomas, como sufrir una seria crisis de ansiedad, a veces sufren ataques de pánico, en ocasiones acompañado de náuseas y mareos, un malestar muy intenso y hasta un incremento del ritmo cardíaco.
Estudios calculan que entre el 10 al 15% de la población mundial padece una fobia, la turofobia solo es una parte muy pequeña de este porcentaje ya que es de las extrañas y poco habituales. El nombre de turofobia tiene su origen etimológico en los vocablos griegos (queso) y (miedo).
Este trastorno puede causar serios problemas sociales a las personas que lo sufran aunque a primera vista no lo parezca, piensa, por ejemplo, sabiendo que el queso es uno de los alimentos más consumidos del mundo, este está presente en bares, restaurantes, fiestas, reuniones, festividades, encuentros sociales, ya no te digo nada sobre las tiendas, mercados, supermercados... Y esta gente literalmente "no puede ni verlo" y con esto su círculo social se estrecha bastante, ¿no crees?
Para los amantes del queso, en un principio es complicado entender, pero luego, a medida que vas digiriendo la idea, no entra como un agobio por todo lo que deberíamos dejar de hacer y sobre todo dejar de disfrutar con un alimento que nos da tanto, por lo visto es no es para todo el mundo.Normalmente los turofóbicos tienen dos causas habituales para padecer de este trastorno, una causa puede ser el de una experiencia traumática previa con un queso o relacionado con ello, normalmente en la infancia, por ejemplo, un atragantamiento puede ser suficiente para desarrollar esta fobia, a esto se le conoce como las causa del condicionamiento. La segunda causa puede deberse al trastorno de la ansiedad.
Para superar esta fobia, los tratamientos no se centran en que a las personas turofóbicas les guste el queso, no, simplemente son para que pueda soportarlo (al menos en presencia) y evitar que así se puedan desarrollar otras fobias relacionadas o similares. Lo más habitual es tratarlos con terapia psicológica, la más usada para ello es la terapia cognitivo conductual, que les ayuda a combatir la turofobia enseñándoles a diferenciar las ideas distorsionadas que tiene sobre el queso y a tomar conciencia que estos no le suponen ningún riesgo o problema verdadero para su salud y poder cambiar su conducta respecto al queso. Y tú ¿Conocías este trastorno?