Revista Cocina

Turrón de mandarina y chocolate blanco a la Gorrotxategi

Por Biscayenne
No soy yo mucho de turrón. O sí, pero a mi manera. No me gusta el duro ni el de chocolate, y el blando sólo los días que no son fiesta y mejor más allá del 7 de enero. Admitámoslo: el turrón se disfruta mucho más sin tener la tripa llena con cuatro platos, entremeses, ensalada y sorbete. 
Pero hay uno en especial que me lleva por la calle del desenfreno. El que primero se acaba en la bandeja de los postres, dejando tristes y ninguneados a mazapanes y compañía. 
El turrón de trufa blanca a la mandarina de Gorrotxategi. Ay, ay. No recuerdo quién lo trajo a mi vida, pero le doy las gracias. Es un vicio a veces compartido en familia a plena luz del día, y otras degustado en solitaria adoración. Sólo lo como un par de veces al año y me sabe a néctar, ambrosía y felicidad mandarinil.
Aunque mi versión casera no llegue a la excelsa sensación proporcionada por el original, qué os voy a decir. Pues que está de muerte.
Turrón de mandarina y chocolate blanco a la Gorrotxategi
Con esta receta colaboro en el Calendario de Adviento 2012 de Whole Kitchen. Gracias a ellos por invitarme a participar y no tener en cuenta que los fotos las hago con el móvil ;).
Aunque veáis el turrón tan mono, con tantas capas y ese aspecto tan aristocrático, juro que no es difícil de hacer. Es el primero que hago en mi vida. Si yo puedo, tú también.
Y sin molde especial ni nada, que no están los tiempos que corren para hacer dispendios. Pregunté hace unas semanas en Facebook qué podría utilizar, y vuestra imaginación casera y anticrisis ofreció un montón de posibilidades: el molde de plástico en el que vienen los turrones comprados, tarrinas de helado, moldes de plum cake o cartones de leche cortados.
Me acordé de un molde de Ikea para plum que tengo, de silicona, ancho, hondo y con un relieve en el fondo. Que ni pintado. Ancha es Castilla.
Turrón de mandarina y chocolate blanco a la Gorrotxategi Aunque se parezca al original como dios a un tiñoso, sirva esta herejía casera como homenaje a José María Gorrotxategi, cabeza da familia, confitero y autor de uno de mis libros imprescindibles: "Historia de la confitería y repostería vasca". Con más detenimiento y parsimonia hablaremos de su trabajo y de la historia del chocolate en próxima entregas.
(Quiero pensar que mi desmesurado amor por la mantequilla viene del gen goloso de Tolosa, cuna de mi ama y de otros insignes reposteros como los citados Gorrotxategi o los Eceiza.)
Turrón de mandarina y chocolate blanco Dificultad, así de primeras:pongámosle un seisProbables complicaciones:manejar materias explosivas y peligrosas como el chocolate, sacar el turrón del molde sin descuajeringarlo. Sabor: en un 70% al turrón inspirador de Gorrotxategi, 30% restante a apaño casero  Receta de inspiración:  con todos mis respetos y desde el atrevimiento, turrón de trufa blanca a la mandarina de Gorrotxategi                   INGREDIENTES (para un molde grande, uf)


100 + 60 g de chocolate negro
300 g de chocolate blanco 150 g de nata ralladura de 4 mandarinas

Turrón de mandarina y chocolate blanco a la Gorrotxategi
Si tenéis molde especial para turrón, seguramente estas cantidades sean demasiado, ya que mi "molde" es muy ancho y me ha salido una tableta gorda, pero os lo podéis imaginar.
Si encontráis chocolate blanco de cobertura, mejor que el de tabletas normales.
PREPARACIÓN:  Primer paso: tener el molde limpio, aseado y preparado.
Para el encamisado, que es la parte exterior de chocolate, cogemos 100 gramos de chocolate negro y lo derretimos en el microondas (en tandas de 30 segundos y a baja temperatura, mezclando después de cada turno) o al baño maría (sin que se nos moje ni una miaja).
Aquí habría que atemperar el chocolate, que es lo que hace que quede luego más liso y brillante. Como yo no tengo casi encimera, y menos de mármol, usé el truco del almendruco que es derretir como dos terceras partes de la cantidad, mezclar, y luego añadir el resto en frío, revolviendo lentamente con la cuchara hasta que se enfríe y espese un poco.
Echamos el chocolate en el molde, y movemos éste para que el chocolate caiga y se expanda por todo el fondo más unos 2 cm por los lados. Como lo hemos atemperado a nuestra manera, no estará demasiado líquido y se puede hacer sin que se escurra demasiado. Cuando esté listo, damos unos golpes suaves sobre la mesa para que se vayan las burbujas de aire.
Turrón de mandarina y chocolate blanco a la Gorrotxategi
Se tapa bien con plástico para alimentos y se mete en la nevera a solidificar.
Mientras, preparamos la trufa blanca con mandarina. Se puede hacer de dos maneras, con o sin la ralladura visible. A mí me parece que queda bonito con ella, y además le va dando sabor con el tiempo.
Turrón de mandarina y chocolate blanco a la Gorrotxategi
Si no queréis que se vea la piel de la mandarina, tendríais que echarla en la nata, hervir y dejar infusionar mientras se enfría del todo, para después colar el líquido y poder retirar la piel. Más tarde habría que volver a hervir la nata para echarle el chocolate blanco.
Si queremos que se vean las pintitas naranjas, llevamos a hervor la nata con la ralladura, retiramos del fuego y después agregamos el chocolate blanco en trozos. Si tenéis Cointreau o algún otro licor de naranja, ahora sería el momento de echar un chorrillo.
Turrón de mandarina y chocolate blanco a la Gorrotxategi
Se deja reposar un par de minutos y luego se mezcla con una cuchara, hasta que el chocolate se derrita por completo. Después, se echa en un bol o cualquier recipiente, se tapa y se enfría en la nevera.
Cuando la ganaché o trufa esté fría (pongámosle que media hora o una hora), se saca. Podríamos echarla tal cual sobre el fondo del molde, pero yo he preferido batirla un poco con las varillas para semimontar la nata y que cogiera un poquillo de cuerpo.
Turrón de mandarina y chocolate blanco a la Gorrotxategi
Se echa a cucharadas sobre el fondo de chocolate negro, ya frío, y se extiende con una espátula, lengua o lo que tengáis a mano, intentando que quede nivelado. 
Se vuelve a tapar y a dejar en el frigorífico un rato.
Turrón de mandarina y chocolate blanco a la Gorrotxategi
Si en las fotos de mi turrón veis que hay una capa intermedia oscura, es porque intenté que se pareciera lo más posible a mi viciosa fuente de inspiración, que tiene también chocolate con avellanas y una parte indescifrable hecha con almendra que no supe reproducir.
Por eso entre mandarina y mandarina, puse un nivel de ganaché de chocolate negro con avellana picada, hecha con 50 g de nata, chocolate a ojo y un puñado de avellanas.
Tan sólo queda derretir el resto del chocolate negro (unos 60 gramos usé yo, pero depende del tamaño de tu molde igual es menos, o más), volver a hacer el apaño del atemperado fácil, y verterlo sobre el relleno cuando no esté muy caliente, para que no se nos derrita lo de debajo.
Turrón de mandarina y chocolate blanco a la Gorrotxategi
Moved un poco el molde hacia los lados intentando que quede liso, tapadlo con cuidado y sin que entre nada de aire ni humedad y metedlo en la nevera unas horas.
Ya sólo queda desmoldarlo con muuuuucho cuidado porque yo casi me lo cargo, brindar y disfrutar.
Turrón de mandarina y chocolate blanco a la Gorrotxategi
Viva la madre que parió a Jose María Gorrotxategi, a Rafael y a Iñaki.
Si queréis probar el original, compradlo en alguna tienda especializada, en su tienda online, o daos un paseo hasta Tolosa (Pza. Zarra 7) y visitad ya que estáis, el Museo del Chocolate.
Turrón de mandarina y chocolate blanco a la Gorrotxategi
Ni qué decir tiene que sólo hemos probado el trozo que se ve cortado, el resto está custodiado, envuelto en siete velos hasta el día de Nochebuena.
Chimpún y feliz Navidad. 

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