Tus competidores en realidad son tus colegas

Sí, considero a los que tienen negocios parecidos al mío como mis colegas. Lo que no hago es discutir todas mis tácticas de negocios con ellos.

Por otro lado, hay un viejo dicho: “nunca nos bañamos 2 veces en el mismo río”. Supongo que quiere decir que nada permanece igual. Cada momento es diferente, cada copo de nieve es diferente, y cada persona es diferente. Con frecuencia, a muchos emprendedores les preocupa que sus competidores les roben sus ideas, estrategias e incluso sus empleados. Haga lo que haga tu competencia, no puedes duplicar o copiar lo que ellos hacen y ellos no pueden copiarte lo que estás haciendo.

Si los dos contratáis a la misma agencia de publicidad, tenéis al mismo consultor de relaciones públicas y tuvieseis la misma receta para el éxito, lo más seguro es que los dos actuaseis de maneras diferentes y obtuvieseis resultados diferentes. ¿Por qué? Porque no hay dos personas ni dos situaciones iguales.

Esto se ve en cada aspecto de la vida. Un buen ejemplo de esto está en la tortilla de patatas de mi abuela. Mi hermana y yo hacemos la tortilla de patatas siguiendo la receta de mi abuela. Usamos exactamente la misma receta, pero las tortillas son distintas. Las dos están buenas, pero ninguna de ellas es como la que hacía nuestra abuela. Esto una prueba que todos tenemos diferencias y que es posible posicionar nuestra marca como algo único en cualquier situación.

Dedícate a desarrollar y mantener tu negocio. Trata a tus clientes con un gran servicio, que sea inolvidable. Lleva el mejor producto o servicio al mercado. Permanece alerta en todo momento en busca de nuevas ideas que harán las delicias de tus clientes y pon tu sello personal en todo ello.

Cuando trabajes y pienses de esta manera, estarás construyendo un renombre para ti y para tu compañía que no puede ser igualado por ningún otro. Y cuando centres tu atención en estas cosas, no tendrás tiempo para preocuparte por el colega al que llamas competencia.

Los emprendedores de éxito construyen sus negocios basándose en sus cualidades únicas, sin preocuparse por la competición.

Cuando mi abuela nos dio su receta secreta sabía que todos haríamos una buena tortilla de patatas, pero que no sería su tortilla. Sería una tortilla que llevase la firma o la impronta de cada cocinero. Y tenía razón. Cada vez que preparamos nuestra versión de la tortilla recordamos a nuestra abuela y su inigualable tortilla de patatas.

En resumen, no es posible que copies a los demás ni que los demás te copien.