Extraña, rara y a ratos muy brillante. La novela de ciencia ficción Ubik me temo que a muchos ha dado de beber. Dicen que es uno de los mejores libros de Philip K. Dick, junto a El hombre en el castillo, y ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (Blade Runner). Bueno, sinceramente creo que Blade Runner, que estoy leyendo en estos momentos, es mejor aunque su sabor sea amargo. Me queda saber que esconde el castillo. Ubik es uno de aquellos libros de ciencia ficción ideales para ebooks, por su extensión. En papel se sigue editado y el otro día me lo encontré en una conocida librería.
Ubik sí es tremendamente original. Paranoica, loca, la obra de un tipo, este Philip K. Dick que sentó precedentes para muchas otras historias, películas y escritores. No haré un avance del final, sería de locos, pero sí diré que hay una referencia cinematográfica clara. Quizá el arranque y el final sean lo mejor del libro. Un libro con el que a ratos me perdí y perdido, perdí el interés. Tantas tramas, tantos mundos, tantos estados y tantos tiempos entremezclados. Eso sí, admirable en su construcción y su final. Me pregunté quién era ese tipo capaz de escribir cosas así. Y ese tipo es Philip K. Dick, que quiero recordar, escribió en los sesenta, esto es, la friolera de 50 años atrás o más. Increíble. No había ni Internet ni ordenadores. K.Dick fue un visionario con mala suerte. Otro que, pobre diablo, el reconocimiento pleno le llegó con los dos pies metidos en el ataúd. El cine lo llevó a la fama postmortem. En novelas y relatos de este escritor norteamericano se basan películas como Minority Report, Asesinos cibernéticos, Infiltrado, Total Recall, Paycheck y la citada Blade Runner. 50 años atrás, insisto.Murió pocos meses antes del estreno cinematográfico de Blade Runner (2 de marzo de 1982), que junto a Dr. Zhivago, son mis dos películas preferidas. Dicen que como consecuencia de abusos de estupefacientes. Un infarto. Conocidas fueron sus relaciones con el LSD. Dicen que fue el precursor del cyberpunk, que escribió ciencia ficción y no sé cuantas cosas más. Desapercibido, en gran parte, durante su carrera por los grandes críticos y circuitos comerciales. Escribió para comer y escribió para trasladar al resto de los humanoides (nosotros) sus visiones, sus fantasmas. En fin, para hablar sobre lo que le interesaba, básicamente la condición humana.Escribió hasta reventar: treinta y seis novelas en treinta años y al menos 121 cuentos cortos. Flipante. Tan flipante como que Ridley Scot no hubiera leído el libro antes de rodar la película. Philip K. Dick, más allá de naves y guerras interplanetarias que tanto deben a las simples guerras de barcos, sí se avanzó a su tiempo y en muchas cosas dibujó el mundo en el que vivimos y ese paisaje en la niebla, el futuro, en el que sus personajes siempre están en crisis, en transición, en dirección hacia algún lugar equivocado.
Ubik, la novela de ciencia ficción de Philip K. Dick