Magazine
Ignoro si Ulises estuvo en Estagira, patria del filósofo de los filósofos, Aristóteles. Ignoro si paseando por esas callejas calurosas, frías y mediterráneas pudo cruzarse, quizás alguna vez, con el feo maestro del pensador. Pero mi amplia estancia lejos de mi familia, con mucho trabajo, poco tiempo para leer, pensar y estar me lleva a esas dos ideas: la idea del marino naufrago que tardó veinte años en volver, quizás porque no quisiera, a su hogar en Ítaca, la segunda es el conocimiento de si mismo, de la íntima, fugaz y mercurial de la esencia de uno mismo que se encuentra, como zahorí, en el estar solo y afrontar una presión que a veces pudiera parecer excesiva pero que nunca lo es, o al menos nunca lo es como parecería que tiene que ser. Es acudir a una realidad única con la piedra de toque más real que existe, enfrentarse al mundo y a si mismo solo.Sin duda hacer espeleología personal brinda un beneficio, conocerse, conocer y ver las relaciones entre uno mismo y el mundo, los errores, las virtudes, los sufrires y el como gestionar esos sufrires. Quizás a todo esto es lo que le llamamos vida.Me, myself and I en Recuerdos del día de mañana.Despierte el alma dormida, avive el seso e despierte.
A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar.
Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.