Un año sabático para disfrutar del vino

Durante las vacaciones de verano, son muchos los que se plantean cómo enfrentarse al próximo curso. Ya sea porque el trabajo escasea o por el deseo de seguir formándose, una opción para saber qué queremos hacer con nuestra vida es la de tomarse un año sabático.

Cuando hablamos de tomarse un año sabático, no estamos diciendo que durante esa temporada no se realice ninguna actividad, sino que todo lo que se haga ayude a crecer como personas, aunque no tenga una relación con nuestra carrera o trabajo. Es decir, podemos tomarnos este año sabático o una temporada alejados de nuestra materia, pero sí aprendiendo a hacer otras cosas.

En otros países es habitual que los jóvenes tras terminar sus estudios obligatorios, y antes de irse a la universidad, se tomen una temporada para conocerse a sí mismos y poder plantearse qué rumbo quieren dar a su vida. Una forma de comenzar la vida adulta. En estas ocasiones, los jóvenes pueden aprender idiomas o tal vez trabajar en los más diversos puestos, pero que nada tienen que ver con los estudios que van a realizar.

Si somos unos apasionados del mundo del vino, y lo que queremos es alejarnos de la rutina y tomarnos una temporada para profundizare en la cultura del vino, no hay nada mejor que pensar en pasar estos meses de descanso y desconexión en una zona vinculada con el enoturismo.

En España son muchas las zonas vinícolas donde podemos desconectar durante una temporada, sin el estrés de la ciudad al que estamos acostumbrados. Desde Cataluña hasta Andalucía, pasando por Castilla y León, y por supuesto sin olvidarnos de La Rioja.

Y es que, por ejemplo, La Rioja es ideal para este tipo de meses de recogimiento. En ella podemos aprovechar para vivir de cerca experiencias en primera persona alrededor del mundo enológico, el crecimiento de la uva en los viñedos, el proceso de creación de los propios vinos, además de poder desconectar “de verdad” disfrutando de paseos en plena naturaleza o sumergiéndonos en la historia de esta región tan rica en tradiciones.

Son muchas las opciones en La Rioja: ponerse las deportivas y pasear por las rutas de senderismo de la Sierra de la Demanda, conocerlo todo sobre la cuna del castellano en San Millán de la Cogolla, visitar los monumentos en Logroño, o empaparnos con la tradición y modernidad vinculada con el mundo del vino en Haro.

Pero además, podemos aprovechar esta temporada para realizar actividades que nos ayuden a mejorar nuestro currículum vitae. Escuelas como esl-idiomas.com ofrecen cursos en los que podemos aprender los más diversos idiomas, en todos los niveles y con gran variedad de horarios y destinos para que cualquier persona pueda asistir. Además de planes de estudios en los que poder compaginar la asistencia a clase con otras actividades, como prácticas remuneradas u horas libres para conocer nuestro entorno.

Y no podemos olvidarnos de relajarnos porque, para tomar buenas decisiones, no hay nada como dejar la mente en blanco. Aprovechar de las ofertas que existen en La Rioja para vivir de cerca el enoturismo, dejarse mimar en los spas y respirar aire puro.

Un año sabático “enoturístico” es la experiencia que te cambiará la vida.