Revista Cine

‘un asunto real’: la revolución desde dentro

Publicado el 26 febrero 2013 por Cintasperdidas @cintasperdidas

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Una película de época que da esperanzas para la revolución del presente. Con extremada elegancia, el director Nikolaj Arcel logra hacer de ésta, su cuarta película, un baño de sabiduría y energía sobre cómo se manipula a un país, cómo se pelea por él o cómo se le destruye. Majestuosa, Un asunto real se alza ante el pueblo como un asunto más suyo que de nadie más.

Es historia: siglo XVIII, el rey Cristián VII de Dinamarca (Mikkel Boe Folsgaard) va a casarse con una total desconocida llegada de Inglaterra, la joven e inteligente Carolina Matilde (Alicia Vikander). Mientras el pueblo, oprimido, sigue con sus vidas sometidas a la nobleza, en la Corte el matrimonio real es una farsa que nadie se atreve a desvelar. Sin embargo, la llegada de un médico (Mads Mikkelsen) con ideas revolucionarias sobre la Ilustración cambiará el destino de todo un país.La Reina y éste comienzan una relación apasionada a espaldas del desvirtuado Rey, mientras que logran manejar los hilos de poder suficientes como para lograr liberar de muchas cargas al tercer estamento. Su camino estará lleno de obstáculos.

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Con Lars Von Trier como productor ejecutivo, Arcel coguioniza esta historia -junto a Rasmus Heisterberg- que le apasionó desde pequeño. Afirma haber sido completamente fiel a los documentos históricos que se conservan sobre esta narración verídica, en su mayoría correspondencia entre los protagonistas. Y si bien es cierto que parecen acontecimientos algo idealizados en el transcurso de la película, el rigor de los datos y hechos confirma su veracidad; a excepción del idioma en que se ha grabado la cinta (danés), que no era el que hablaba la nobleza, sino el pueblo.

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La actriz protagonista Alicia Vikander se autoimpulsa al séptimo arte interpretando este dulce papel envenenado, lleno de sentimiento y fuerza que transmite a la cámara como pocas, a pesar de ser ésta su segunda película. Este año promete ser el suyo: estrenará también Anna Karenina y The Seventh Son, ambas también de época. Porque Vikander sabe hacer entender la opresión su suponía llevar un corsé de ideas en esos momentos.

El vestuario y la grandiosa caracterización tanto de espacios como de personajes quedó en manos de Manon Rasmussen. Con un presupuesto alto para este tipo de producciones (alrededor de un millón de euros), el director no conocía del alto precio de las pelucas de época: “Las baratas parecen lo que son. Luego están los coches, los soldados, los trajes y los caballos.” El director artístico Niels Sejer logró sacarlo adelante con un resultado voluptuoso a la par que atractivo. Pocas veces aprender historia fue tan entretenido.


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