Edición: Plataforma Neo, 2012 El espíritu del último verano, de Susana Vallejo La guía del autoestopista galáctico, de Douglas Adams Los malvados de Battersea, de Joan Aiken Argumento
Opinión - Estela D. Faciabén, 27/11/2012
Tiene un algo especial que encandila a la mayoría de los lectores
Ah, l’amour… No puedo negar que este libro tiene un algo especial que encandila a la mayoría de los lectores. Creo que se trata del cariño con el que está escrita la historia, que es mucho. Y seguro que también es gran responsable el romance principal, tan cuidado, tan realista para bien y para mal, tan normal. Porque relaciones como las de Anna y Étienne hacen mucha falta en la literatura juvenil. Relaciones sin amores instantáneos, basadas en aquello que se comparte en común, en la amistad, en el respeto mutuo y un largo etcétera más. Y, claro, si se tiene como fondo un escenario como este París que parece salido de una película de Sofia Coppola, pues mejor que mejor.
Sin embargo, a pesar de todas estas virtudes, Un beso en París cuenta con muchos de los errores típicos de escritores primerizos: a la historia le cuesta arrancar, los personajes tardan un rato en conectar tanto entre ellos como con el lector, los secundarios no destacan demasiado y en ocasiones los principales pueden resultar cargantes. Por si fuera poco, la autora a veces peca de maniqueísmo, intentando forzar al lector en contra de personajes que antes habían aparecido retratados de forma bastante simpática. Es este último punto el que menos me ha gustado, y en el que espero que Perkins intente no caer en futuras novelas. El libro tiene otros problemas, aunque esta vez hay que achacárselos a la editorial: entre otras cosas, muchas comas están mal puestas y la traducción cojea por momentos.
Sin duda alguna, Stephanie Perkins aún tiene mucho que mejorar en su futuro como escritora, aunque no le faltan ilusión, talento y ganas. Un beso en París no será el mejor libro del año, pero enamorará a todos aquellos que busquen una buena historia romántica para leer en estos días de otoño tardío.