Podéis reíros pero no es la intención. O sí, que aquí hemos venido a disfrutar y a disfrutarlos. Nos referimos a tres recientísimas aperturas de restaurantes en Madrid que miran al mundo, concretamente a China, México y Perú, aunque algunos mantengan un guiño patrio. Aquí van tres nuevas recomendaciones que no fallan, esta vez con sabor internacional:
Shanghai Mama recupera la tradición culinaria de la ciudad china en una nueva apuesta por traerla a España de la forma más auténtica posible pero en un envoltorio sofisticado, que no excesivamente formal. Platos de la calle refinados y hechos artesanalmente y con la mejor materia prima es su lema y el resultado es sabrosísimo y con una relación calidad-precio fascinante. El pato con salsa de ciruelas, los dim sum como el xialongbao de carne y trufa negra o el arroz ku-bak crujiente con pollo, frutos de mar y huevo son algunos de sus imperdibles.
MAWEY TACO BAR (Olid, 6. Tlfn. 910 11 71 03. Precio medio: 20 euros):
Esta genial taquería que ya está entre nuestras favoritas es el proyecto de Fernando Carrasco y Julián Barros, que no son mexicanos pero como si lo fueran, el uno porque se ha curtido entre fogones como los de Punto Mx; el otro por fascinación y por larga trayectoria también en cocina. Dentro de su rollo moderno, no deja de lado los clásicos, como las preparaciones de cochinita pibil o al pastor, aunque aporta un toque propio y patrio en combinaciones como la de oreja y sepia (brutal). Cócteles caseros animan su zona de barra y mesas altas o su pequeño salón posterior. Que no falte el tequila.
CILINDRO (Don Ramón de la Cruz, 83. Tlfn. 910 66 33 56. Precio medio: 30 euros):
Las raíces de Mario Céspedes y Conchi Álvarez, limeñas y asturianas, ya dieron juego en Ronda 14, restaurante eminentemente nikkei y chifa con toques del norte de España que nos conquistó y lo sigue haciendo. Ahora la pareja acaba de abrir Cilindro para orientarse más hacia el lado criollo con la base de nuestro buen producto y nuestros guisos más clásicos. Zona de barra y salón componen este nuevo e informal local, cuyas delicias están pensadas para compartir con jefe, amigos o pareja, y sorprender por igual a todos. El rollito asturiano de vaca vieja estofada con ají amarillo, el pulpo con guiso de olluco (una patata andina) y aceituna botija, el ají de pollo o el torto asturiano de maiz relleno de guiso de rabo de ternera, rocoto y salsa criolla son imprescindibles.