Desde Argentina llega “Un cuento chino” con Ricardo Darín a la cabeza del reparto. Dicen los títulos de crédito iniciales que la película está basada en hechos reales, y por si acaso no nos lo hemos creído… algo muy posible porque todo es de lo más extraño, al final vuelve a insistir con documentos gráficos que lo demuestran. Con ella, Sebastián Borensztein quiere mostrarnos que todo lo que pasa tiene un sentido… y que el tiempo acabará dándoselo, aunque para ello sea preciso mirar hacia adelante y dejar de lamentarse por lo ocurrido. En nuestro cuento, el destino ha hecho que dos personajes singulares, un argentino y un chino, estén solos en la vida y que encuentren dificultades para la comunicación, ya sea por el carácter o por el idioma.
A los dos le ha caído una vaca del cielo, pero la actitud de cada uno es bien distinta… y ahí se apoya el director para sacar la moraleja al cuento. Lo que comienza siendo una contrariedad para el buen samaritano y peculiar ferretero, acaba teniendo su premio en un mural que le señala la salida a su escepticismo, y es que la vida –y el periódico– está llena de imposibles y de sorpresas. La cinta es amable y posee un toque de humor surrealista, pero también es bastante previsible y reiterativa en algunos momentos… hasta dar la impresión de que todo está realizada pensando exclusivamente en Darín, y esto no es novedoso en las películas protagonizadas por el actor argentino. Tampoco sorprende la capacidad interpretativa del “hijo de la novia” porque es indudable su facilidad para generar simpatía y dotar de frescura a su personaje.
Sin embargo, al verle actuar… tengo a menudo la sensación de estar siempre ante el mismo personaje, aunque en el guión las historias y circunstancias de cada uno de ellos sean dispares. Sus reacciones airadas y sus tacos sin malicia, sus ataques de cólera y de ternura, sus gracias y su mirada dulce y entrañable, su interior de chico bueno y su deje porteño… hacen que tenga la impresión de que esas películas se han hecho pensando en él y que la cámara le cede todos sus planos, conocedores los productores de que el espectador quiere ver siempre lo mismo. Por eso, pienso que los trabajos que le llegan no nos permiten ver todos sus registros –que sin duda debe tenerlos– y que sus películas son variaciones de tres o cuatro elementos para construir un cuento chino o argentino, que lo mismo da.
En las imágenes: Fotogramas de “Un cuento chino”, película distribuida en España por Alta Classics © 2011 Tornasol Films, Castafiore Films, Aliwood Mediterráneo Producciones y Pampa Films. Todos los derechos reservados.
Publicado el 23 Junio, 2011 | Categoría: 6/10, Actores, Argentina, Año 2011, Comedia, Drama, España, Opinión
Etiquetas:El hijo de la novia, Ricardo Darín, Sebastián Borensztein, Un cuento chino