08 de Noviembre del 2012 | etiquetas: Cine Indie americano, Diseño
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El año pasado en Sundance se daba a conocer Sean Durkin presentando como director "Martha Marcy May Marlene", o lo que es lo mismo, una de las más sugerente propuestas que han pasado por nuestras pantallas al lo largo de este 2012. Sin embargo, como productor, ya contaba a sus espaldas con la estimable "Afterschool" de Antonio Campos, quien este año volvía a pisar el Park City con su segundo (y desgarrador) film, "Simon Killer", o lo que es lo mismo, una nueva y extrema disección de un personaje que podría funcionar a la perfección como el reverso de "Pretty Woman" y que además tiene el descaro de presentarse con un póster digno de Kubrick.
¿De qué va?
Tras romper con su novia, un joven estudiante viaja a París y se enamora de una prostituta.
¿Quién está detrás?
Antonio Campos cuenta nuevamente con Durkin en la producción.
¿Quién sale?
Un actor fetiche de Gragg Araki y Lars von Trier. Es Brady Corbet, a quien además de "Melancolía" también pudimos ver en "Martha Marcy May Marlene".
¿Qué es?
Un anti-Pretty Woman
¿Qué ofrece?
William Goss le da una B en The Playlist destacando entre sus muchas virtudes que "Simon Killer es el último y escalofriante estudio sobre un personaje de Antonio Campos que funciona a la perfección como secuela de "Afterschool" y cuyo protagonista, Brady Corbet, da perfectamente vida a una suerte de neurocientífico que estudia como funcionan los ojos y el cerebro de los demás pero que sufre una seria desconexión entre su propio cerebro y su corazón."
Aunque de forma comedida, Peter Debruge la alaba en Variety: "Para tener únicamente 23 años, Brady Corbet parece inusualmente preocupado por los sociópatas, tanto que él y el equipo creativo de "Martha Marcy May Marlene" ha construído otro descorazonador y rompedor estudio psicológico mediante "Simon Killer", una película que lo caracteriza como si de un Ripley de nuestros días se tratara, los suficientemente amoral y desconexo respecto a los sentimientos externos para convertir cualquier relación en algo potencialmente fatídico. Cualquiera de las revelaciones que Corbet y Campos nos destapan explorando a nuestro protagonista principal están bien camuflados de la percepción básica de un público que probablemente se muestre distante respecto a este opaco guión, por más que a ratos pueda caer cuando cede en sus redes cuando da paso al sexo explícito".