Revista Cultura y Ocio

Un enigma prehistórico

Por Tiburciosamsa
Por más que los creacionistas crean que el “Génesis” es el guión de cómo ocurrió la Creación, hay muchas preguntas a las que no saben responder: ¿por qué creó Dios al hombre al final? ¿Fue porque se trataba de la cúspide de la Creación o fue porque le daba mucha pereza y lo fue dejando hasta el final? ¿Qué pasó realmente la primera noche entre Adán y Eva? ¿Hubo rollete o Eva tuvo dolor de cabeza? Si hubo rollete, ¿qué coño hacía esa cabra tan cerca de su cabaña y porqué Adán le ponía esos ojitos melindrosos? ¿Cómo consiguió Eva que Adán se comiera la manzana, cuando la mentira de la serpiente era tan obvia? ¿Acaso le prometió que si se la comía esa noche se le pasaría el dolor de cabeza? En tal caso, ¿qué pensó la cabra? En fin, que el relato de los creacionistas sobre nuestros primeros padres tiene muchos puntos oscuros. Lo malo es que el de los evolucionistas también los tiene.
Si a usted le han dicho que primero fue el austrolopiteco, luego el homo hábilis, más tarde el homo erectus (así llamado porque a las hembras de la especie no les dolía la cabeza y siempre estaban pidiendo guerra) y finalmente el homo sapiens que salió de África y se cepilló a los homo erectus y hombres de neandertal que andaban por el mundo y no se habían preocupado de desarrollar un lenguaje, pues bien, si le han contado esa historia, se han quedado con usted. La realidad es que es poquísimo lo que sabemos de la evolución humana.
Todos los fósiles humanos de que disponemos cabrían en el contenedor que yo utilizo cuando me mudo y aún habría espacio para cuatro neveras y no sabéis las dimensiones de las neveras que utilizamos los elefantes. En total, para estudiar los tres millones de años de evolución humana, contaremos con los huesos de unos 5.000 individuos. De la especie homo hábilis contamos con dos esqueletos incompletos y fragmentos de huesos de otros individuos. El primer cráneo de un homínido en el continente europeo se encontró en Georgia y data de hará unos 1.700.000 años. Después de eso, hay un silencio de un millón de años hasta los siguientes restos, que son los de Atapuerca. ¿Qué hizo la especie humana en Europa en el intervalo? Ni idea. Es más fácil especular lo que hizo tu pareja anoche cuando te dijo que se tenía que quedar a hacer horas extras en la oficina.
Puestos a no estar seguros de nada, ni tan siquiera sabemos si la famosa Lucy, un austrolopiteco que vivió hace 3.200.000 años y que es uno de los esqueletos anteriores a los neandertales más completos con los que contamos, era realmente una hembra o un señor bajito. Disponemos más o menos del 25% del esqueleto y por su pequeño tamaño y por la forma de la pelvis se ha inferido que era una hembra.
Hoy en día la teoría predominante es la denominada “Fuera de África”. Esta teoría afirma que la evolución al homo sapiens ocurrió en África hace unos 200.000 años y que hará entre 125.000 y 60.000 años los humanos modernos salieron de África y colonizaron el planeta, suplantando a las anteriores especies de homínidos que habían salido de África milenios antes, los homo erectus y los hombres de Neandertal. Lo de suplantar es un eufemismo. O bien establecieron una competencia con ellos por los recursos alimenticios y les condujeron a la extinción, o bien directamente los convirtieron en recursos alimenticios y les condujeron igualmente a la extinción. Esta teoría, que hoy está bastante aceptada, sólo empezó a ser considerada seriamente por la comunidad científica hace unos 20 años. Y aun así, todavía quedan antropólogos, sobre todo en Asia, que defienden que el ser humano evolucionó separadamente en varios sitios y que, por ejemplo, los asiáticos provendrían de la evolución de los homo erectus que vivían allí. Y es que lo de tener una abuela negra les jode tanto, que prefieren pasarse por el forro todas las pruebas genéticas que apuntan a que efectivamente todos tuvimos una bisabuela africana.
Es dentro de todas estas incógnitas prehistóricas que tenemos lo que podríamos denominar el enigma Movius.
Cuando los primeros seres humanos modernos salieron de África hará 100.000 años, eran portadores de la tecnología achelense. Esta tecnología hacía un uso más eficiente de los materiales. La piedra era trabajada por ambos lados. Las lascas que se desprendían del núcleo central a partir del que se modelaba el hacha eran aprovechadas para elaborar otras herramientas.
En los años 40 del siglo pasado el antropólogo Hallum Movius se dio cuenta de que si situábamos en un mapa los yacimientos achelenses, podíamos trazar una línea que pasaría por el norte de Europa, Oriente Medio, Calcuta y Bangladesh, al norte y este de la cual no aparecían trazas de herramientas achelenses. Y aquí viene el enigma: ¿por qué los hombres dejaron de utilizar la tecnología superior del achelense para revertir a tecnologías más primitivas en Oriente? ¿Es que el arroz tres delicias les hizo más tontos?
Ha habido diversas teorías para explicar este enigma, pero ninguna ha conseguido hasta ahora el consenso de los prehistoriadores. Una primera explicación es que los primeros homo sapiens que llegaron a Asia habían salido de África antes de que allí se hubiera desarrollado la tecnología achelense. Esta explicación resulta dudosa. Dada la gran antigüedad de la tecnología achelense, si la teoría “Fuera de África” es correcta, los primeros homo sapiens que llegaron a Asia, tenían que ser ya portadores de esa tecnología. Otra teoría es que entre los seres humanos en Asia se produjo una catástrofe demográfica, tal vez por comer rollitos de primavera en mal estado. Según algunos modelos, una disminución repentina y fuerte de la población en una sociedad puede interrumpir la transmisión de conocimientos a las siguientes generaciones en esa sociedad. Una tercera teoría, mi favorita, es que los homo sapiens se encontraron en Asia con un material muy versátil y más fácil de trabajar, el bambú. Dado que una herramienta hecha en bambú difícilmente sobrevive más de unos pocos siglos, es dudoso que nunca vayamos a encontrar un yacimiento con herramientas de bambú que demuestre esta hipótesis. Finalmente, la cuarta explicación es la de la incompetencia de los arqueólogos: existen yacimientos de hachas achelenses en Asia, lo que sucede es que no hemos buscado bien.
¿Qué hipótesis os atrae más?

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