Si alguno piensa que los ninjas son cosas del pasado, está muy equivocado. Quizás los ninjas actuales han dejado atrás su vestimenta (o no) pero siguen manteniendo ese aura mística que les rodea y cualquier noticia referente a ellos alcanza eco a nivel mundial.
En Sydney a finales de 2010 ocurrió una historia muy curiosa que podía haber servido sin lugar a duda como guión para algunos de los guionistas que crean películas tan malas de ninjas como las que hemos visto en algunas entradas anteriores.
Un estudiante alemán fue atacado en Kingswood por tres asaltantes. El estudiante de medicina se encontraba en un tren nocturno cuando tres hombres se acercaron y le intentaron robar la cartera. Este se resistió y los hombres esperaron a que se bajara del tren para perseguirlo y conseguir robarle.
Los asaltantes consiguieron introducirlo en un callejón oscuro donde le pegaron una patada y le robaron el ipod y su móvil, pero no se dieron cuenta que los callejones oscuros son territorio de los ninjas y justamente allí existe una escuela de ninjitsu.
Al escuchar los gritos de auxilio del estudiante, Kaylan Soto, maestro de ninjistu con más de 30 años practicando este arte marcial y cuatro alumnos salieron para ayudarlo.
Según comentó el sensei, “Cuando vieron cinco ninjas completamente vestidos de negro corriendo hacia ellos se asustaron tanto que decidieron escapar a toda velocidad y es muy posible que aún estén corriendo”.
Los tres malhechores fueron arrestado posteriormente y castigados por la ley, aunque el verdadero castigo lo sufrieron ¡la noche que se encontraron con los ninjas de Sydney!