El destino de la Nueva América recae sobre los hombros de Eve. Llega la esperada conclusión de la trilogía Eve.
En Un mundo nuevo, Eve ha perdido a Caleb, su primer amor. Se ve forzada a interpretar el papel de la feliz y patriótica princesa, hija del rey de la Nueva América, confinada a palacio y atrapada en un matrimonio de conveniencia con el consejero de su padre. Su futuro parece insoportable, pero el recuerdo de Caleb y la revolución en la que él participaba y en la que ella creía firmemente consiguen hacer su existencia algo más llevadera. Una única posibilidad de conseguir la libertad se le presenta, una oportunidad de poder salvarse y también a las chicas que dejó abandonadas a su suerte en su huida. Pero esa libertad le va a costar tomar una decisión terrible y muy grave.
En sus manos está ejecutar al responsable de toda esta situación: su propio padre.