Centro Control del CERN
El reciente accidente en la central nuclear de Fukushima y el recuerdo de Chernóbil, ha reabierto el debate sobre la seguridad de la población mundial frente a los nuevos retos tecnológicos. Estos nuevos descubrimientos científicos y tecnológicos precisan cada vez de infraestructuras, laboratorios y aparatos más grandes y más costosos. ¿Pero son también más peligrosos?.
Existen discrepancias entres los científicos y opiniones distintas entre los públicos, un ejemplo lo encontramos en la puesta en marcha del LHC (Large Hadron Collider) del CERN (Center for Nuclear Energy Research), situado en la frontera entre Suiza y Francia, cerca de Ginebra.
El LHC es un gran acelerador de partículas, que estudia la estructura de la materia mediante la interacción o choque de los núcleos atómicos. Es sin duda, el más grande, más costoso y más poderoso acelerador de partículas jamás construido. El propio CERN publicaba que generaría la energía primigenia que dio origen al universo, conocido como Big Bang, desde que Fred Hoyle acuñó este nombre en 1949. El CERN utilizó la expresión Gran Explosión (Big Bang) para mostrar la espectacularidad y potencia del LHC. Pero esta publicidad generada desde el mismo CERN, se volvió en su contra.
En el año 2008 dos científicos, Walter Wagner de Estados Unidos y Luis Sancho de España denunciaron ante un juzgado de Hawai al CERN y a Estados Unidos, por dar soporte al experimento. Creen que cuando entre en funcionamiento el acelerador, la energía generada creará un agujero negro que se tragará a la Tierra para terminar formando una estrella de neutrones.
Aunque su catastrofismo está en minoría, el proceso judicial lanzado por los dos científicos originó un gran debate, sobretodo en EE.UU, a nivel de prensa escrita, televisión y sobretodo en internet. Para paliar estos ataques el CERN publicó en su web una página dedicada a contestar todas las preguntas y verificar que su experimento era totalmente seguro.
Al mismo tiempo se formo otra página en internet dedicada a demostrar el peligro del experimento.
Puesto que el LHC, actualmente aun no ha llegado a la energía máxima, el debate sigue vivo. Algunos expertos consideran que el riesgo operativo del LHC es desproporcionado respecto a lo que la ciencia puede ganar y se tendría que anular este experimento. Según estos expertos, el problema reside en que se ha gastado tanto dinero, que el CERN no ser atreve a eliminar el experimento, no puede volver atrás.
El CERN replica que aunque existe esta posibilidad, el experimento continúa siendo seguro. I para mostrar la seguridad del experimento ha creado un grupo formado por científicos independientes, el denominado LHC Safety Assessement Group. Sus conclusiones son públicas y están en la web del CERN.
La conclusión principal es que continuamente la naturaleza produce altas energías mediante los impactos de los rayos cósmicos en la atmosfera y no ocurre nada. Tampoco sucederá nada espectacular durante el transcurso del experimento.
Sea cual sea la verdad, el experimento aún no ha sucedido. Pero si en la ficción, en la serie de televisión de antena 3 “El barco”. El desencadenante de la acción surge de un experimento realizado en un laboratorio de Suiza, que produce un cataclismo mundial. La analogía con el acelerador del LHC es evidente, el CERN no podía ni imaginar una mejor publicidad para su costoso experimento.