Entonces, en 1936, descubrieron que la mayoría de las personas tenía deficiencia de hierro, riboflavina, tiamina y niacina. ¿La solución? ¡Enriquecer la harina con estos 4 nutrimentos! Y para 1942 se hizo la norma y se podía decir que un producto era integral si la harina utilizada era enriquecida con estos 4 nutrimentos.
Se preguntarán... ¿y los demás? Por eso hice esta tablita explicativa comparando 1 rebanada de pan de grano entero, de harina enriquecida y de harina refinada (si no la ven completa o la quieren ver más grande, denle click).

Aparte de todos los beneficios que los granos enteros tienen en comparación con las harinas refinadas sobre la glucosa y la insulina, tienen muchos otros beneficios microscópicos que en algún momento a alguien se le ocurrió quitarnos.
