Revista Cocina

Un pueblecito perdido en las montañas de Sri Lanka: Ella

Por Bertusvicus

Había dejado la última entrada de nuestro viaje a Sri Lanka cogiendo el tren para Ella. Pues bien muchas guías recomiendan

Cruzando las montañas entre las nubes con destino a Ella

Cruzando las montañas entre las nubes con destino a Ella

coger ese trayecto en tren porque es maravilloso puedes ver las colinas llenas de cultivos de tes, las nubes en las montañas, ese traqueteo al pasar por esas viejas vías de la época colonial inglesa, esos vagones también de otra época. Todo muy bonito e interesante, lo que se olvidan muchas veces de mencionar esas guías es que gracias a sus recomendaciones, esos trayectos se han masificado y es imposible volver a disfrutar esa experiencia única de los primeros viajeros.

En nuestro trayecto de Kandy a Ella, pasando por Nuwara Eliya (donde está la factoría original de los tés Lipton), nos pasamos casi todo el trayecto de pié, primero al lado de la salida del vagón, no pudimos adentrarnos más allá, aunque la gente que estaba esperando fuera en la estación para entrar no le importaba eso y seguían entrando por encima nuestra. Pasadas un par de horas pudimos adentrarnos un poco más dentro del vagón, para quedarnos en el pasillo, por el cual pasaban varios vendedores, ofreciéndote diferentes tipos de comida, bebidas y hasta libros de cálculo. Finalmente pasadas 4 horas de nuestro viaje de pié, el tren paró en Nuwara Eliya y mucha de la gente se bajo, pudiendo finalmente sentarnos. Después de 6 horas llegamos a nuestro destino.Si bien las vistas del trayecto eran impresionantes, la incomodidad de estar hacinados en el vagón y estar de pié 4 horas pues quita las ganas de volver a repetir y te hace pensar si hubieras cogido un autobús hubiera sido diferente.

Ella nos acogió con el chaparrón de la tarde, al igual que en Kandy llovía por las noches y el resto del tiempo estaba soleado, aquí llovía siempre por la tarde durante media hora y después volvía a salir el sol. Así pues era cuestión de coordinarse con el tiempo, sobre las 3 4 era tiempo de estar refugiados en algún lugar relajándose. En nuestro caso aprendimos esto a las duras, es decir fue salir de la estación de tren y vimos a toda la gente salir a la lluvia, pues nosotros igual… si hubiéramos sabido esto nos hubiéramos ahorrado el chaparrón. Desde la estación fuimos a nuestra casa, esta vez teníamos reservado un bungalow para nosotros dos a un precio de 10 euros por persona y noche. Dejamos las cosas en el bungalow, tuvimos que cambiarnos la ropa completamente empapada y nos fuimos a comer abajo al restaurante del dueño de los bungalows. La comida fue un poco “cara” si la comparamos con los precios locales, pero barata en comparación con precios Europeos. Eso si la presentación fue muy interesante envuelto todo en hoja de palmera y la calidad muy buena. El resto de la tarde lo pasamos caminando por el pueblo, aunque la verdad no hay mucho que ver en el pueblo en si mismo, esto ya me suena repetitivo, tienes todas las casas al lado de las dos calles principales y la mayoría están orientadas al turismo. Localizamos un supermercado para comprar algo de agua y algo para ir comiendo estos días en nuestras excursiones. A la vuelta paramos a comer algo en una de las cafeterías a pie de carretera donde probamos Watalapan, uno de los dulces típicos de Sri Lanka a base de huevo y leche de coco. ¡Muy rico!

Nuestro bungalow

Nuestro bungalow

Por la noche a nuestra vuelta al bungalow nos dimos cuenta que no estábamos solos y que teníamos varías decenas de mosquitos dentro, así pues antes de irnos a dormir, nos pusimos a eliminar algunas decenas de ellos. Menos mal que además de la mosquitera, también teníamos repelente para mosquitos, como protección extra :)

Que hacer en Ella.

A la mañana siguiente nos fuimos de senderismo al pequeño pico de Adan “Little Adam´s peak”. En Sri Lanka existe una montaña sagrada para las religiones cristianas, budistas, musulmanas  e hinduistas, la cual se llama Adam´s peak, donde según que religión puedes encontrar la huella de Shiva, Buda y Adan. Otra de las características de esta montaña es su ascenso hasta la cima, donde está la huella sagrada, que son todos escaleras. La montaña tiene una altitud de más de 2200 metros, así que te puedes imaginar que tienes miles de peldaños para subir. ¡Ríete de la máquina del gimnasio de las escaleras! . Cual es la similitud de la montaña con la de Ella, pues las escaleras que te llevan a lo alto de la cima, aunque aquí se reducen a penas a unos cientos de ellas y vistas no tan impresionantes.

Una vez conquistada nuestra cima, después de una caminata maja, y explorado un poco más el área nos fuimos a ver una pequeña fábrica de té con degustación incluida al final. Era la primera vez que entrábamos en una, y estando en el país del té no podía faltar. La fabrica donde entramos se llama Newburgh, y ofrecen visitas guiadas por 250 rupias, también puedes comprar sus productos al final si estás interesado. La visita no dura mucho apenas unos 15 20 minutos, es una factoría muy pequeña, pero gracias a las explicaciones del guía, puedes conocer el proceso del té, desde su producción hasta que llega a nuestras mesas y los distintos tipos de té que se producen en Sri Lanka.

Durante nuestra estancia en la fábrica nos encontramos con una pareja de alemanas que querían ir después a ver el puente de los nuevo arcos en Ella, como también era nuestro decidimos hacer el camino juntos. También ellas lo habían intentado hacerlo antes, pero se perdieron por el camino, por suerte y gracias al GPS, alguna app, y a la amabilidad de la gente que nos encontramos, llegamos a nuestro destino. El camino desde la fábrica al puente fue muy interesante por medio de la selva y pasando plantaciones de té y algunas casas perdidas de la mano de Buda, al cabo de 20 minutos llegamos a nuestro destino, el punte de los 9 arcos… pues eso un puente con nueve arcos, nada más allá, lo que hubiera sido interesante sería verlo cuando el tren pasará, pero para eso aún faltaba media hora y se acercaba la hora de la lluvia. Así pues nos separamos de nuestras compañeras, y volvimos a Ella, para ir a comer algo y refugiarnos de la lluvia. Otra vez cruzamos la selva por otro camino para llegar Ella.

Subiendo al pequeño pico de Adan

Subiendo al pequeño pico de Adan

Esta vez probamos la comida en el Rotti Hut restaurante, donde nos prepararon un Rotti (comida típica de Sri Lanka) muy rico. Compramos también un par de cafés helados y algunos aperitivos y nos fuimos al porche de nuestro bungalow justo a tiempo para disfrutar del espectáculo de la lluvia. Como habíamos comprado vituallas, pues nos pusimos a tomar el café helado, leer un poco, cargar los móviles, y principalmente descansar después de la pateada. Como ya había indicado la lluvia suele ser torrencial pero dura poco tiempo, pasada media hora ya podíamos salir de nuevo. Esta vez nuestro destino era las cascadas de Rawana, que estaba a 6 km de Ella, como no queríamos que la noche nos cogiera tuvimos que salir a todo correr, para nuestra suerte y sin tener que hacer autoestop nos encontramos con un camionero que nos acerco a las cascadas gratis.

Las cascadas la verdad es que son muy interesantes y puedes escalarlas por el lateral, de hecho si subes un poco puedes encontrar una cueva al lado de la cascada para aquellos que quieran explorarla. Alrededor de la cascada puedes encontrar algunos puestecillos temporales donde puedes comprar algo de comida, frutas o bebidas si necesitas recuperar de la caminata. Como no queríamos volver de noche por una carretera sin iluminar estuvimos poco tiempo por allí y no exploramos mucho los alrededores. A la vuelta y apenas caminado un kilómetro otro camionero nos paró y nos indicó para subir con él a Ella dejándonos enfrente de la entrada a los bungalows. La verdad es nos salió perfecto, el viaje. Enfrente nuestra teníamos un puesto de Rotti, así que ya teníamos la cena arreglada.

Al día siguiente nos íbamos a ir a Tangalle para pasar unos días en la playa. A lo largo de nuestro viaje teníamos pensado en ir a Arugam bay, porque en teoría en Tangalle tendríamos el Monzón y no podríamos disfrutarlo, después de hablar con varias gentes e indicarnos que Arguam bay estaba llena de turistas por estas fechas y que los precios subían acompasados del número de turistas pues decidimos probar suerte e ir al sur hacia el Monzón que indicaban todas las guías que existía en el sur.

Ella

Letrero de Ella

En el tren con destino a Ella. Ahora más vacío

En el tren con destino a Ella. Ahora más vacío

Campos interminables de te

Campos interminables de té

Calle principal de Ella

Calle principal de Ella

Esperando a que pase el aguacero

Esperando a que pase el aguacero

Fabrica de té

Fabrica de té

Cascada desde la carretera

Cascada desde la carretera

El puente de los nueve arcos

El puente de los nueve arcos

Entrada de la fábrica de té

Entrada de la fábrica de té

Vista desde el pequeño pico de Adan

Vista desde el pequeño pico de Adan


Volver a la Portada de Logo Paperblog