Un recorrido por las fuentes monumentales de Florencia

Las fuentes de Florencia no son tan grandiosas ni tan famosas como las de Roma. Pero sí superan a las de otras muchas ciudades italianas. Tienen mucho encanto y una belleza muy singular. Son especiales y únicas. Si me acompañáis descubriréis por qué. Dedico este post a mi amigo Omar por su inspiración ;)

1. FUENTE DE OCÉANO, Jardines de Boboli (Palazzo Pitti), Giambologna

Esta fuente se remonta a 1570. Inicialmente, fue colocada en la zona adyacente al patio del Palazzo Pitti, que luego se convirtió en anfiteatro, para formar parte de unos juegos de agua que bajaban desde el cerro Belvedere. En el siglo XVII se trasladó al extremo suroeste de los jardines, en el centro de una isla. Se compone de una gran cuenca de granito, traído desde la isla de Elba trazado por Niccolò Tribolo. Ésta es rodeada por el agua y conectada con los jardines a través de dos pasarelas cerradas por grandes puertas, soportadas por pares de columnas que rematan en capricornios. En el centro de la cuenca, se erige la estatua de Océano y tres figuras femeninas que representan a los ríos Nilo, Ganges y Éufrates. El esplendor de la fuente no se aprecia muy bien desde la lejanía, ya que un contacto más próximo está impedido por las rejas de las grandes puertas clausuradas. Lo que vemos hoy en día no es más que una copia del original de Giambologna, que fue trasladado al Museo Nacional del Bargello en 1911.

En este museo se puede apreciar con exactitud cada uno de los rasgos que convierten a esta escultura en una de las obras cumbres del manierismo florentino. Ubicada en el patio de la antigua cárcel del Bargello, donde se hacían las ejecuciones, es posible fotografiar todos sus puntos de vista para obtener una visión completa. Es una escultura que transmite una gran fuerza a través de su robustez, su musculosidad y su carácter enérgico, dominando las aguas. Bebe mucho de las influencias miguelangelescas, que proceden del contacto de Giambologna con las obras del artista durante su estancia en Roma.

Bordeando la isla, encontramos una serie de pequeñas fuentes escultóricas relacionadas con el mundo marino: conchas, peces, delfines y unos genios alados un tanto particulares que escupen agua. Se trata de unos seres mitológicos, procedentes de un mundo fantástico.

2. FUENTE DE NEPTUNO, Jardines de Boboli (Palazzo Pitti), Stoldo Lorenzi.

Stoldo Lorenzi, también manierista, se formó con la influencia de artistas como Giambologna. Realizó esculturas delgadas, casi siempre en bronce, y realizando un movimiento de torsión característico. Así se aprecia en el Neptuno de Boboli, que se erige sobre una roca, con el tridente entre las manos y  la actitud de atacar a cualquier ser marino que desacate sus órdenes.

3. FUENTE DE NEPTUNO, Piazza della Signoria, Ammannati.

Bartalomeo Ammannati (1563-1565), no fue precisamente alabado por este trabajo escultórico. No se descubre ninguna armonía entre sus partes, sino más bien rudeza en sus formas y desproporción. Sobre todo si se contempla desde cerca. Seguramente por ello, han decidido dejarla al aire libre, en la Piazza della Signoria, siendo objeto a lo largo de la historia de numerosos actos vandálicos y daños. No obstante, guardan la delicadeza de restaurarla cuando esto esto sucede, pues se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad y es famosa en todo el mundo, pues acompaña a todas las panorámicas típicas que se suelen hacer de Florencia. Está realizada en mármol, procedente de las canteras de Carrara y fue realizada con motivo del matrimonio entre Francisco I de Médici y Juana de Austria en 1565. En el resto de esculturas participaron otros artistas de la época como Giambologna. Se trata de sátiros que danzan y divinidades fluviales. Los caballos tiran del carro, sobre el que monta Neptuno, como si le sacasen de las profundidades marinas.

4. FUENTE DE BACO, Borgo San Jacopo, Giambologna

Esta fuente está situada dentro de un nicho en la base de la torre Rossi-Cerchi, frente al Ponte Vecchio y fue ideada en 1838 por el arquitecto Francesco Leoni. Albergaba el Baco de Giambologna (1560-1565), su primer bronce conservado, que hoy se encuentra en el museo del Bargello. La fuente fue destruida en agosto de 1944, cuando las fuerzas de la ocupación dinamitaron algunos puentes de la ciudad como el de Santa Trinitá o el de alla Carraia y algunas calles aledañas como el Borgo San Jacopo, donde se encuentraba esta fuente. No obstante, la figura de Giambologna se salvó, pues había sido llevada al almacenamiento de la jefatura. En 1958, el arquitecto Francesco Tiezzi reconstruyó la torre y la fuente y situó una copia del bronce en el interior de su hornacina. Su anatomía, rasgos faciales y el acabado de sus superficies recuerdan a las obras de Benvenuto Cellini como el Perseo, aunque también ofrece cierta similitud con el Baco de Jacopo Sansovino.

5. IFUENTE DE BUONTALENTI, Via dello Sprone esquina con Borgo San Jacopo.

Situada en una esquina de ángulo agudo entre dos calles, esta fuente fue realizada por Bernardo Buontalenti, hacia 1608, con motivo del embellecimiento del barrio de Oltrarno por el paso de la procesión ceremonial de la boda entre Cosme II de Médici y María Magdalena de Austria. Se compone de una máscara barbuda que echa el agua por su boca y de una concha acaracolada , a modo de bañera que retiene el agua. Sirvió como modelo a otras fuentes posteriores del mismo estilo que cubrirían otras esquinas similares como la de Fancelli en la loggia del grano.

6. FUENTES GEMELAS DE PIETRO TACCA, piazza della Santissima Annunziata.

Pietro Tacca (1577-1640), siendo aprendiz de Giambologna, inició su andadura como escultor con un estilo manierista pero acabó siendo el máximo representante del barroco florentino. Terminó la estatua ecuestre de Fernando I de la piazza della Santissima Annunziata y en la misma plaza fueron colocadas dos fuentes gemelas que hizo en 1629 para Livorno. Un mundo marino fantasioso está presente en su iconografía, a través de unas conchas sobre las que cae el agua desde unos seres grotescos bastante parecidos a los que encontrábamos en la fuente de Océano de Boboli, pero de un estilo mucho más barroco. Se aprecia una fuerte simetría y plasticidad en el conjunto y, sobre todo, se trata de unas fuentes marcadas por la creatividad.

9. IL PORCELLINO, Mercato Nuovo, Pietro Tacca

Pietro Tacca realizó también la fuente del jabalí en 1612 para el mercado nuevo de la ciudad, el que alberga los puestos de cuero. Para ello se inspiró en una copia en mármol de un jabalí helenístico que había en los Uffizi y él lo realizó en bronce. Hoy encontramos una copia en su lugar original. Se dice que ha de tocarse el hocico si se quiere volver a Florencia, aunque los turistas también tienen la costumbre de tirar monedas a su alcantarilla.