Los recuerdos perduran infinitos por cada uno de los momentos que he vivido.
Instantes únicos e irrepetibles que permanecen para siempre en mi vida, que unidos entre sí hilan la tela que viste Mi Camino de Vida.
Buenos y malos, me hacen ser quién soy, de ellos he aprendido a vivir, con ellos he llorado y he reído, pero ya son pasado historia de mi recorrido, carga que llevo con gusto y de la que intento seguir erguido y caminar con paso firme para poder confeccionar la película de mi vida.
Los recuerdos se hacen hueco para reconciliarme con mi pasado y se crean nuevos para reforzar mi presente, que pronto pasan a ser uno nuevo.
Los recuerdos suelen ser tristes hijos, como son, del pasado,de aquello que fue y ya no existe. (Serrat)
El tiempo juez imparcial, ordena y archiva adecuadamente mis recuerdos, los clasifica sin orden, algunos los borra y a otros los etiqueta con un “Destacado” desempolvándolos una y otra vez para que no se me olviden.
Busco en mis recuerdos el hombre que soy, los remuevo de vez en cuando para mantenerlos vivos, ejercito mi mente para que no caigan en el olvido, los sacudo para filtrarlos y quedarme sólo con los buenos, alimentarme de ellos me empacha, me embriaga me llena de nostalgia y a veces o siempre me emocionan.
Pero me asusta un enemigo llamado “Alzheimer”, no quiero que borre mis recuerdos, son mios me pertenecen me ha costado construirlos, son de mi propiedad, son intransferibles… Ojalá no visite mi puerta, quizá pase de largo, pero por si se cuela, y entra dejó este blog con mis experiencias, con mis aciertos y mis errores,para que el olvido o ese monstruo no borre mis RECUERDOS.